El Govern del PSOE y Més sacó adelante las cuentas de 2016 con el apoyo de Podemos, formación en la que aseguran que los presupuestos "no son los que Podemos habría hecho", pero asumen que la mala financiación balear impide por ahora ir más allá en la recuperación de servicios públicos y lucha contra la pobreza. "Los consideramos insuficientes, pero cumplen los compromisos establecidos para cubrir las necesidades clave", razonaban, antes de advertir que estarán "vigilantes" para garantizar que las cuentas se ejecutan conforme a lo pactado. También piden al Govern que siga buscando opciones para reducir el dinero que se destina a préstamos e intereses bancarios. Quedan así aprobados unos presupuestos consolidados de 4.444 millones, la cifra más alta de la historia autonómica.