Nadie en el sector del ´ladrillo´ balear apostaba por una recuperación tan intensa de su actividad como la que se está registrando en 2015. El presidente de la asociación balear de constructores, Eduardo López, se felicitaba hace ahora nueve meses por los buenos resultados de 2014, con un aumento de la inversión en su sector del 29%, y auguraba para el presente ejercicio el mantenimiento de esa tendencia al alza aunque de forma más moderada. Pero lo que ha sucedido este año ha roto cualquier pronóstico: durante los diez primeros meses de este año la inversión registrada ha ascendido a 1.174,8 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 64,9% respecto al mismo periodo de 2015, una tasa sin precedentes en el que probablemente ha sido el sector económico más duramente golpeado por la crisis económica.
Eso supone que la construcción balear puede cerrar el presente año superando una inversión, sumando la pública y la privada, de 1.600 millones de euros. ¿Eso es mucho? Desde luego, si se compara con los 679 millones con que se cerró 2012, pero hay que tener en cuenta que en 2007, durante los últimos coletazos de la burbuja inmobiliaria, se llegaron a alcanzar en las islas los 2.842 millones de euros en inversión en construcción.
El director de la asociación empresarial de constructores de Balears, Manuel Gómez, no oculta el excelente resultado registrado durante el presente año, y pone el acento en la recuperación del empleo que ha conllevado. Pero además, subraya algunos factores que considera especialmente relevantes. Y el principal es que por fin la actividad vinculada a la vivienda está mostrando claros síntomas de reactivación.
En concreto, de los 1.144,8 millones de euros contabilizados entre enero y octubre de este año en Balears (en esos diez meses de 2014 esa cifra había sido de 712,1 millones), 899,5 millones corresponden a inversión privada, muy por encima de los 527,2 millones de 2014 por esas mismas fechas.
Tal y como destaca Manuel Gómez, el aspecto más relevante de este fuerte repunte de la inversión privada es que es la construcción residencial la que vuelve a actuar como motor y a altas revoluciones. Entre enero y octubre de este año, la inversión en edificación y reforma de viviendas se ha elevado hasta los 583,1 millones de euros, dejando muy atrás los 311,7 millones contabilizados durante el mismo periodo de 2014.
Este dato refleja otro aspecto sobre el que los empresarios del sector llevan años haciendo hincapié: la reactivación de la construcción depende en gran medida de la recuperación de la edificación y reforma de viviendas, al ser el capítulo que conlleva la mayor inyección económica.
Este impulso en la construcción residencial se refleja en otro dato aportado por la patronal balear: la citada inversión vinculada a la actividad residencial viene de la construcción de 1.336 viviendas nuevas, frente a las 671 del pasado año, y de la reforma de 266, por encima de las 138 de ese mismo periodo de 2014.
Pero hay otro capítulo que ha mostrado un excelente comportamiento, mejorando el dato ya positivo del pasado ejercicio, como es el caso de la construcción vinculada a instalaciones turísticas, con un evidente peso de las reformas hoteleras. Los fondos vinculados a estos proyectos han ascendido durante los diez primeros meses de este año hasta los 225,5 millones de euros, de nuevo muy por encima de los 135 millones del mismo periodo de 2014.
También mejora, aunque de forma más moderada, la edificación no residencial (incluye instalaciones como centros comerciales u oficinas), que alcanza los 90,7 millones de euros frente a los 80,4 millones de 2014.
Finalmente, la obra pública también registra un apreciable avance en pleno año electoral, al contabilizar entre enero y octubre los 275,3 millones de euros, superando los 184,9 millones del mismo periodo de 2014.
Como se ha indicado, este impulso ha tenido su reflejo en el empleo. El pasado octubre se cerró con 39.424 trabajadores en este sector, incluyendo tanto el régimen general como a los autónomos, un 12,7% más que en el mismo mes del pasado ejercicio.
