­Ni el Vaticano ni su Nunciatura en Madrid ni el Obispado de Mallorca han contestado todavía al esposo mallorquín que denunció (hace semanas) al obispo de Mallorca, Javier Salinas, por mantener una relación inadecuada con su esposa, la exsecretaria de relaciones institucionales de esa última institución, y haber propiciado la ruptura de su matrimonio según señaló ayer Carlos Nadal, abogado del denunciante.

Nadal es el jurista que asesora al mallorquín en sus denuncias ante la cúpula de la Iglesia por la conducta inapropiada y contraria a la doctrina católica del obispo Salinas y en la demanda de separación que también ha interpuesto ante los juzgados de familia de Palma.

El nuncio apostólico, Renzo Fratini, ha tramitado la denuncia recibida directamente ante el Vaticano, al sobrepasar sus competencias. El propio denunciante se entrevistó en Madrid con el embajador del Papa en España, donde le trasladó sus acusaciones en contra del obispo de haber interferido en su matrimonio católico.

La semana pasada Salinas fue convocado en Roma para dar explicaciones sobre su vínculo con esta secretaria. El prelado salió de Mallorca el miércoles día 2 y regresó el sábado 5 por la tarde. El denunciante aguarda ahora la respuesta de la Santa Sede.

El abogado manifestó que no podía dar detalles de las denuncias ante el Vaticano ni de la demanda de ruptura matrimonial, pero ratificó la veracidad de las informaciones publicadas por Diario de Mallorca.

"Solo puedo confirmaros lo que ha salido publicado y ratificar que se ha interpuesto la demanda de separación, si queréis saber más cosas, debéis hablar con mi cliente, al que le compete el tema de las denuncias ante el Vaticano", se excusó Nadal.

El marido ha optado por interponer una demanda de separación a su mujer, un paso previo al divorcio y que la mayoría de las parejas con problemas obvian para conseguir una rápida ruptura y evitar transiciones dolorosas y gastos. Las separaciones también se instan cuando no se descarta una reconciliación y en casos de familias muy religiosas.

Carlos Nadal sí que precisó que en la demanda no se ha alegado ningún motivo para justificar la separación, entre otros la supuesta infidelidad de la esposa, aunque no es preceptivo hacerlo.

El matrimonio tiene tres hijos, que ya son mayores de edad, por lo que el juez de familia no tendrá que pronunciarse sobre su guarda y custodia. "Los hijos están asimilando el caso de la mejor manera posible, aunque están muy afectados", apostilló el abogado.

La Iglesia de Mallorca vive una grave crisis estos días tras conocerse la delicada situación en la que ha quedado el obispo Salinas como líder de la comunidad católica local.

Ante la situación generada, Salinas ha convocado una reunión urgente esta mañana para dar explicaciones sobre lo ocurrido. Será en un consejo presbiteral extraordinario, al que están citados todos los arciprestes de la isla y numerosos sacerdotes. Se prevé que el prelado pulse la opinión de los presentes sobre si debe continuar como pastor o por el contrario ser relevado.

Monseñor Salinas ha destacado la multitud de mensajes de apoyo que está recibiendo. No obstante, también son muy numerosas las críticas que recibe internamente. Este último sector de curas intercambia su pesimismo y desazón ante la dificultad que vive la diócesis.