Dar la tabarra a un ministro cada semana da resultado. O de eso presumen en el Govern de Francina Armengol, que ayer felicitaba a la encargada de dar la lata, la consellera de Hacienda, Cati Cladera (PSIB), por culminar tres meses de presiones continuadas y llamadas semanales al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro (PP), con la firma de un acuerdo bilateral que aportará a Balears 322 millones de euros en los próximos cuatro años. "Son 322 millones que ahora tenemos y hasta ayer no teníamos, porque el anterior Govern del PP, los había dado por perdidos, como dijo varias veces en el Parlament el entonces president José Ramón Bauzá", asaeteaba el vicepresident del Govern del Pacte, Biel Barceló (Més), que como había hecho horas antes la presidenta Francina Armengol (PSIB) en Madrid, se declaraba "moderadamente satisfecho" con lo conseguido ayer.

"Moderadamente", añadían, porque esos 322 millones son menos de los que reclamaba Balears en la reunión de ayer. Y muchos menos de los mil que debe el Estado por inversiones estatutarias. De esos mil, en la reunión de ayer con el ministro de Hacienda se buscaba recuperar 460 millones, todos parte de deudas del Gobierno central con Balears en forma de inversiones estatutarias ejecutadas o aún por ejecutar. Llegan de momento 322, así que por el camino se pierden casi 140 millones, la mayoría dinero prometido y nunca pagado a Platja de Palma, que una vez más queda relegada en la lista de prioridades de Madrid. La zona que más turismo mueve cada año en Balears aspiraba a que se le enviasen los 63 millones que debe el Estado para una reforma integral pendiente desde 2011, un dinero que debía haber llegado y haberse utilizado antes de agosto de 2015, pero ni llegó ni se utilizó. Y lo mismo ocurre con dinero para actuaciones en materia de ferrocarril, inversiones en Ciutadella (Menorca) y partidas para el puerto de Eivissa, que de momento se quedan sin nada. En total, Platja de Palma más el resto de lo incumplido suman 113 millones, que Barceló aseguró que seguirán reclamando por vía judicial y política, con reuniones y negociaciones con el Ministerio de Turismo y otros departamentos a partir de mañana.

Más feliz para las islas es el resto de la negociación. El resumen de lo pactado, que será de obligado cumplimiento para cualquier Gobierno que salga de las urnas el próximo día 20, es que Balears tendrá en 2016, 2017 y 2018 un total de 80 millones más al año para gastarlos o ahorrarlos como buenamente quiera, decía la consellera Cladera. Son 240 millones de convenios de carreteras que Balears ya había convertido en obras, pero que Madrid no había pagado. Ahora las paga, con lo que las islas podrán utilizar ese dinero en lo que deseen. El acuerdo son 80 millones al año hasta 2018, pero si un ejercicio no llegan se añaden al siguiente. ¿Qué hará el Govern con ellos? ¿Piensa gastarlos en proyectos como el de la renta mínima prometida en el Pacto de Govern (60 millones al año de los que solo estarán disponibles 20 en 2016) o usarlos para pagar mejoras de plantilla prometida? ¿O bien se usarán para reducir el déficit público? La consellera, probablemente consciente de que ahora le tocará lidiar con sus socios de Govern (y con Podemos en el Parlament) para decidir cómo se emplea el dinero, ayer tiraba de prudencia para decir que el dinero primero tiene que llegar y después se utilizará como convenga en función de como se esté cumpliendo el presupuesto. O traducido: el dinero le da aire para llegar a final de año sin desviarse demasiado de los objetivos de déficit prometidos.

Inversiones a ejecutar

A esos 240 millones de uso al gusto de Balears, el acuerdo de ayer suma otros 82 millones. La mayoría son inversiones estatutarias pendientes de ejecutar. Es el caso de 55,4 millones de euros, que debían estar ya gastados pero nunca llegaron de Madrid y por ello nunca se utilizaron: ahora lo que hace el Gobierno es prometer enviarlos y ampliar el plazo para que se usen. El resto es dinero que sí entró en las arcas de Balears, pero en su momento el Govern (el del anterior Pacto, con Antich) no lo empleó en lo que tocaba: ahora el Gobierno amplía el plazo para que haga las obras que debería haber hecho ya en tiempos de Bauzá y justifique el uso del dinero.

En esta última situación están 20 millones de Platja de Palma: llegaron todos, pero solo cinco se invirtieron en la zona, con lo que ahora el Govern Armengol debe buscar y ejecutar proyectos por valor de otros 15 millones. Hasta ayer, la única opción que daba Madrid era devolver quince millones canalizados a otras necesidades. Ahora podrán hacer obras con ellos, aunque es un dinero que deberá salir de las cuentas de las islas, porque Madrid ya pagó.

Seguirán en cualquier caso faltando 113 de los 460 millones pedidos ayer, y otros 500 en inversiones estatutarias del pasado, que el Govern Bauzá renunció a exigir ante el impago de todo lo anterior. Ahora, y a la luz de que la insistencia dio ayer un primer resultado, el Govern Armengol promete seguir peleando esas cantidades en los tribunales y en los despachos del Gobierno que salga de las urnas el día 20 de este mes.