El número de pasajeros de cruceros que llegará a Balears el próximo año descenderá un 4 por ciento en relación a 2015, una caída que se produce por el acusado descenso que se producirá en las llegadas a Palma, que caerán en un 8,4 por ciento, dado que en los otros puertos aumentará. El vicepresidente y conseller de Turismo, Biel Barceló, expuso ayer estos datos en el pleno del Parlament en respuesta a una pregunta del diputado popular Álvaro Gijón, quien vinculó esta bajada a la, a su juicio, negativa política turística del Govern del Pacto.

"Parece que a ustedes los turistas les molestan, en especial los que llegan en crucero, y que cuantos menos vengan, mejor", dijo Gijón al Govern tras resaltar la importancia del turista de cruceros para la restauración y el comercio balear.

Barceló rechazó esta acusación y sostuvo que el Govern núnca ha lanzado "ningún mensaje" en contra del turismo de cruceros. El vicepresidente afirmó que la bajada prevista para el próximo año se debe a que 2015 ha sido "muy positivo" por "la desgracia" de los atentados de Túnez, que hizo que se desviaran miles de cruceros hacia Balears, pero el próximo año las compañías reestructurarán las rutas que se dirigían a aquel país.

Por ello consideró que las previsiones para 2016 deberían compararse con los resultados de 2014, en cuyo caso el número de pasajeros de cruceros que llegarán a Balears aumentará el próximo año en un 20,3 por ciento. En Palma, esta subida será del 18,9 por ciento. En 2014 llegaron en crucero a Balears 1,5 millones de pasajeros y este año lo han hecho 1.995.000. Para el próximo año está previsto que lleguen 1.913.000 turistas de crucero.

En cuanto a la caída prevista en comparación con este año, precisó que si bien en Palma será de un 8,4 por ciento, en Maó aumentará en un 14,7 por ciento; en Eivissa, un 14,7 por ciento y en La Savina, un 4,5 por ciento, mientras que en Alcúdia se producirá el incremento más acentuado.