La exregidora de Medio Ambiente en el Ayuntamiento de Palma entre 2007 y 2010, Cristina Cerdó, negó ayer ante el juez del caso Picnic haber ofrecido sesenta mil euros a una veterana militante de UM y conseguir votos para Miquel Nadal, que se presentaba a presidente del comité local del partido y quería eliminar políticamente a Mateu Cañellas, su rival en esas elecciones.

Tanto Cañellas, exconseller de Deportes en el Govern de Francesc Antich, como el expresidente de UM Miquel Àngel Flaquer negaron haber desviado fondos públicos de Cort y del Govern.

El caso Picnic versa sobre una presunta trama de malversación de caudales públicos entre 2007 y 2010 para captar votos y apoyos a UM. Este partido, según la fiscalía, creó y gestionó en el Ayuntamiento de Palma un servicio de información medioambiental, destinado a propagar las ventajas para la isla del reciclaje de pilas y otros residuos contaminantes, pero recuperables. Este departamento (nacido en el seno del IMFOF, un organismo municipal) no era ni una red social en internet, ni un club para hacer amistades o algo similar. Pese a eso, Cristina Cerdó, teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Palma entre 2007 y 2010, "se quejaba constantemente" de que los informadores medioambientales no traían suficientes "amigos" (futuros votantes), mantiene anticorrupción.

Una antigua militante de UM, coordinadora de varias barriadas de Palma y que controlaba el voto de entre 500 y 900 compromisarios, declaró el 28 de septiembre que Cerdó le ofreció un sobre con 60.000 euros a cambio de que animase a su círculo de conmilitantes a votar a Nadal y derrotar a Cañellas.

Resentida conmigo

Cerdó reconoció que habló con esa testigo de la crisis que había en el partido por las distintas familias políticas en liza, pero rechazó su versión: "Nunca he ofrecido dinero a esa señora ni a otros para pedir el voto para Miquel Nadal".

Sobre las razones que han podido llevar a la testigo a hacer esas afirmaciones, Cristina Cerdó explicó al juez Pedro Barceló que la mujer le acosaba con recomendaciones y otros favores, como si ella por ser teniente de alcalde pudiera resolver todos los problemas. La exedil añadió que le llamó la atención a la militante por sus continuas presiones y aquella pudo resentirse.

La declarante también desmintió que ella hubiese incriminado a Mateu Cañellas en el caso Picnic y destacó que "este señor no tuvo responsabilidad alguna en Cort porque en esa época era conseller de Deportes en el Govern".

No temas partidistas

Respecto a las tareas que hicieron los informadores medioambientales del Ayuntamiento de Palma, Cerdó rechazó con rotundidad que se dedicasen a captar votos o afiliados para UM.

La exregidora aseguró que en esa época compaginaba tres cargos en el Ayuntamiento y delegó varios asuntos en personas de su equipo, entre ellas Paula Cortés, también imputada en este caso y excoordinadora de Medio Ambiente en Cort.

Cerdó aseguró que no intervino en la contratación de los inspectores medioambientales y que siempre abogó por "no mezclar los temas institucionales con los del partido".

La antigua teniente de alcalde añadió que su departamento animaba a los ciudadanos a participar en talleres y otras actividades en defensa del medio ambiente. "Se hacían unas listas con personas que habían participado en esas actividades y a ellas las visitaban los informadores medioambientales en sus casas", narró la imputada. "Nunca se les habló de UM o se les pidió el voto para el partido", apostilló.