Los sindicatos quieren poner fin a la congelación salarial que durante los tres últimos años ha afectado a los alrededor de 40.000 trabajadores del sector de comercio existentes en Balears. Mientras que CCOO ya tiene decidida la denuncia del convenio colectivo de esta actividad (el segundo más importante de la isla, tras el de hostelería) durante el mes de diciembre para proceder a su renegociación, en UGT está previsto que se adopte una postura definitiva en torno al próximo día 3, aunque inicialmente la intención mayoritaria parece ser también la de abrir la puerta a un nuevo convenio.
Según destaca el secretario general de CCOO-Comercio, Ginés Díez, es imprescindible mejorar a partir del próximo año las retribuciones en el sector comercial, tras tres años de congelación, a la vista de que los empresarios de esta actividad no ocultan que las ventas a lo largo de 2015 han sido mucho mejores que las de ejercicios anteriores.
También el secretario de Acción Sindical de UGT-Comercio, José García, admite la necesidad de revisar al alza los salarios que se están cobrando en este sector, tras el esfuerzo que los trabajadores han hecho durante los últimos ejercicios al mantener sus retribuciones sin cambios.
Los propios presidentes de las patronales Afedeco y Pimeco, Rafa Ballester y Bernat Coll respectivamente, son conscientes de que la ausencia de mejoras salariales se alarga ya durante un tiempo excesivo, y no ocultan que podría plantearse la posibilidad de asumir incremento que no superen el 1% o el 1,5% para 2016. Pero con condiciones. Y es en éstas donde surge la preocupación de los dirigentes sindicales.
Porque a cambio de la citada subida salarial, los empresarios reivindican la supresión, o al menos las rebaja de los pluses que los empleados de comercio reciben actualmente por trabajar en festivo, de algo más de 13 euros la hora. Y según apunta el representante de UGT, “no tiene sentido que nosotros pidamos uno si a cambio se nos exige que demos cinco”.
Ballester y Coll admiten esa pretensión de reducir los costes por trabajar los festivos con apertura autorizada, por ser una exigencia de sus clientes. El problema, esgrimen, es que las compensaciones económicas que ahora tienen que abonar les hace imposible la competencia con las grandes superficies. En este sentido, las patronales isleñas recuerdan que las grandes empresas del sector y las cadenas de supermercados cuentan con sus propios convenios en los que esos pluses por festivo no existen o son muy bajos. Además, se lamenta el sobrecoste que supone para las tiendas de las zonas turísticas, que abren la mayor parte de los festivos estivales.
En cualquier caso, Ginés Díez subraya que la postura sindical será la de exigir la revisión salarial al alza sin ceder en la compensación que se tiene que pagar los días no laborables, al considerar que es perfectamente asumible para las empresas.
Hay que recordar que el nuevo convenio debería entrar en vigor a partir de abril de 2016.
