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Entrevista

Guillem López Casasnovas: "La política social ha de ser más inteligente: gastar más no es mejor"

Economista, profesor, consejero del Banco de España y autor de ´El bienestar desigual´

Guillem López Casasnovas g. bosch

- En su libro juega con conceptos como el estado de bienestar, el estado de bienestar desigual y el estado de malestar, ¿ en cuál estamos?

-Hablo de desigualdad en bienestar, no en renta; porque bienestar y renta no es lo mismo. Hace falta una cultura que no solo ligue el bienestar a la renta y al consumismo. Quiero desconectarlo. No cuestiono a Pikkety o a Krugman, es otra literatura. Y además mi mirada es intergeneracional. Desde este cambio de foco, el libro hace propuestas. Y aunque no lo hice pensando en las elecciones parece que algunas de ellas se han incorporado a programas políticos. Pensando en la desigualdad intergeneracional: ¿Qué estado de bienestar dejamos a nuestros nietos? Estamos en una sociedad 'uberizada' donde todo el mundo hace cosas poco robustas; el concepto de contrato para toda la vida por cuenta ajena se ha olvidado. Todo es autónomo y frágil.

- ¿'Uberizada', por Uber, la aplicación para transportar gente?

-Sí, ése 'tengo un coche y por la tarde hago de taxi'; o 'alquilo la habitación que me sobra'.; o 'no sé el mes que viene cuanto ingresaré'.... Entre la población de 16 a 25 años hay un 50% de paro y los que trabajan no son ni mileuristas. Estos tendrán que pagar más impuestos y antes de decidir en qué gastar lo recaudado, tendrán que pagar mi pensión y la carga de la deuda, que no ha parado de subir.

- ¿La factura de la crisis la pagarán los jóvenes?

-Sí. Ante esta crisis lo más fácil es tirar del fondo de reserva de la seguridad social, del que ya hemos vaciado un 30% para hacer frente a las necesidades corrientes. Pero habría que pensar en gastar de forma más inteligente.

- Yo tengo 31 años. ¿Quedará algo en ese fondo cuanto me toque jubilarme?

-Algo habrá. Lo que entra es lo que sale; si entra menos, saldrá menos y te tocará menos. Si a los pensionistas de ahora les toca una gabardina, una bufanda y un viaje del Imserso, a ti seguramente te tocará solo una gabardina. La promesa implícita de la seguridad social -tu cotizas hoy y alguien cotizará por ti para pagar tu pensión- suena cada vez más a 'donde dije digo digo Diego'.

- Asegura que el Estado del Bienestar no ha sufrido tanto como advierte la oposición o los movimientos ciudadanos, ¿por qué hay esa sensación entonces?

-Tenemos la botella medio llena y la expectativa era que la íbamos a llenar. Es la imagen de Manolo el del Bombo diciendo: '¡A gastar más! '. La gente no valora lo que tiene sino lo que le falta y eso genera un estado anímico de malestar. Nos falta media botella por llenar, cuando seamos adultos y entendamos que nada es gratis, podremos acabar de llenarla. Si está medio vacía es que algo no se ha hecho bien.

- Contra el 'todo para todos' defiende 'trajes a medida'. ¿Un ejemplo sería adecuar la matrícula a cada universitario?

-Cada estudiante tiene una beca implícita de 6.000 euros por año, es la diferencia entre el coste real del curso y lo que pagan. Y la tienen todos, tanto si se pasan el día en el bar como si trabajan mucho. Si suspendes mucho, las tasas suben, pero poco. Yo no abogo porque el acceso no sea universal, pero lo que marca el universalismo no es la tasa que pagas, sino el coste de oportunidad. Si eres de una familia humilde, el coste no es solo la tasa, sino también todo lo que no estás ganando al no poder trabajar. Flexibilizar las tasas y destinar la mayoría de lo recaudado a becas permitiría hacer estos trajes a medida. Con la pobreza igual, ahora ya no es tanto una cuestión de edad, aunque entre los mayores hay pobres de solemnidad, no solo porque la pensión sea baja, sino por cuestiones de salud, alojamiento... Los departamentos de política social deberían hablar más de lo qué gastan y coordinarse para ver para quién gastan. Se ha de gastar de forma más inteligente, gastar más no es mejor.

- Propone un impuesto a las bebidas azucaradas, para combatir estilos de vida nocivos.

-Llegaremos a esto. No puede valer lo mismo una Coca Cola Zero que una normal con sus siete cucharadas de azúcar. Hay una externalidad negativa, provoca diabetes y obesidad, que pagaremos entre todos, con lo que se ha de poner un impuesto para equilibrar. No tiene por que ser negativo: para las empresas es un incentivo para innovar."La gente no valora lo que tiene sino lo que le falta y eso genera un estado de malestar"

- ¿Cómo aplicar la ecotasa?

-Has de tener claro para qué quieres la ecotasa, que es un copago por cierto. Si es para eliminar un comportamiento negativo, el éxito sería que no recaudara nada, ya que significaría que has logrado frenar una demanda que va contra el medio ambiente. Si la demanda es inelástica y la gente no modifica su comportamiento, con un impuesto así lo que haces es cargarlo al que genera el problema y no al contribuyente. No tiene lógica que lo recaudado lo gastes en sanidad, en coches oficiales o en comprar fincas públicas.

- ¿Qué falló con la ley de Dependencia?

-Generó unas expectativas enormes. Tendría que haber acabado de implantarse en 2015 y en teoría las ayudas se repartían de modo retroactivo y al final, donde 'dije Digo digo Diego'

- ¿Es viable a nivel económico una Cataluña independiente?

-Y tanto. La renta per cápita y la exportación es mucho mayor; hay muchísimos emprendedores... Ahora, dependerá también de los costes de transición. ¿Cuáles serán? Hay incertidumbre, nadie lo sabe, aunque todos opinan, hay mucho fuego cruzado. Se dicen cosas subjetivamente probables y otras que son una chorrada. La deslocalización de empresas por ejemplo es un arma arrojadiza que no se sostiene.

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