El exconseller de Turismo del Govern, Francesc Buils, asumió ayer un nuevo delito de malversación de fondos públicos, por el que tendrá que cumplir una condena de nueve meses de prisión. Se trata de la cuarta sentencia condenatoria contra el político de Unió Mallorquina. Esta última sentencia, impuesta ayer por el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia de Palma, corresponde a una de las piezas del llamado caso Voltor, que se centra en las irregularidades descubiertas en la empresa pública Inestur, subordinada a la conselleria de Turismo. Por estos mismos hechos también será condenado el excontable arrepentido de Unió Mallorquina y antiguo alto cargo de Inestur, Alvaro Llompart, que en su caso tendrá que pagar una multa económica. El tribunal también impondrá una sanción de multa al directivo de la banca privada Banif, quien confesó ser inductor de un delito de malversación. El cuarto implicado en el caso, el expresidente de Unió Mallorquina, Miquel Angel Flaquer, pudo levantarse del banquillo al retirarle la acusación. El juicio no tuvo que celebrarse tras el acuerdo que firmaron las defensas con la fiscalía Anticorrupción y la abogacía de la comunidad autónoma.

El exconseller fue quien ordenó, según se desprende de su confesión, a sus subordinados que realizaran una transferencia, a través de dos fases, de dinero público administrado en Inestur, en una cuenta abierta en la banca privada Banif. Una transferencia que ejecutó Llompart, cumpliendo órdenes del conseller, a pesar de que la dirección general del Tesoro y Política Financiera del Govern rechazara la autorización, dado que el Ejecutivo no mantenía ningún tipo de relación económica con esta financiera privada. Estas transferencias se ocultaron al director gerente de la empresa pública, lo que impidió lógicamente que pudiera informar al consejo de administración de esta operación económica.

Tanto Buils como Llompart ocultaron, según han confesado, la existencia de esta cuenta bancaria, pero es que además retuvieron en su poder toda la documentación relativa al contrato que firmaron con la entidad financiera. Ello les permitió disponer exclusivamente del dinero ingresado.

A pesar de la elevada cantidad ingresada, el dinero no produjo ni un solo euro en intereses. Se ha calculado que el dinero que se perdió al no generar intereses fue de casi 31.000 euros, cantidad que el propio Francesc Buils Buils ha devuelto a la administración, lo que permitió a la acusación rebajar su propuesta de sanción con respecto a la solicitada inicialmente.

El escrito de acusación mantiene que el directivo de la financiera, Carlos Otero, había pactado con el conseller que una parte de los intereses generados "en negro" se ocultarían y serían para el partido unió Mallorquina. Gracias a este plan, además de beneficiar económicamente a la formación política, suponía un beneficio "particular y personal para Buils". El entonces conseller veía reforzada su posición en el partido. Demostraba con esta operación que era capaz de proporcionar fondos, aunque fuera utilizando dinero público, a favor de UM. De esta forma crecía su poder e influencia entre los militantes de la formación que estaba gobernando junto a otras partidos las instituciones de Balears.

Esta cuenta bancaria fue finalmente clausurada por la propia entidad financiera, al descubrirse que la operación económica no se realizó para beneficiar al interés público, sino solo privado.