La magistrada de la Audiencia de Palma, Mónica de la Serna, no será finalmente quien presida el juicio con jurado popular que, entre otros, sentará de nuevo en el banquillo de los acusados a la expresidenta de UM, Maria Antònia Munar. Se trata del juicio de la segunda parte del llamado caso Can Domenge, que versará sobre si los políticos más representativos de UM recibieron un soborno económico, a cambio de manipular el concurso para adjudicar la venta de este solar público, que pertenecía al Consell de Mallorca.

La recusación fue planteada por la defensa de Munar. Alegaba, precisamente, que dicha magistrada había formado parte del tribunal que había condenado a la expresidenta del Consell de Mallorca por el amaño del concurso, sentencia que supuso su inmediato ingreso en prisión. Mónica de la Serna no fue la ponente de dicha sentencia, pero si formaba parte de la Sala que se encargó de sentenciar este caso de corrupción política.

El magistrado de la Audiencia que se ha encargado de estudiar la recusación ha entendido, aplicando un criterio del tribunal europeo de derechos humanos, que existe causa de recusación. Y ello debido a que se trata de un juicio que deriva, precisamente, de la primera parte del caso Can Domenge, ya que previamente a la fecha del juicio uno de los acusados, Bartomeu Vicens, confesó que detrás de la operación existió un pago, entregado por el empresario beneficiado por el amaño, de dos millones de euros. Confesó que el dinero se repartió entre Munar, Vicens y Nadal, además de una cuarta parte para el partido.

Ahora, la Audiencia nombrará a un nuevo magistrado para que presida este juicio con la presencia de un tribunal popular, cuya fecha todavía no se ha decidido.