"La mayoría de los isleños no tiene mucho más dinero en el bolsillo, pero se está comenzando a perder el miedo ante el futuro laboral", según se señala desde ámbitos empresariales especialmente vinculados al consumo navideño, como el comercio o la restauración.

Esa recuperación de la confianza, impulsada por una excelente temporada turística, permite pronosticar a las patronales isleñas que a lo largo de las inminentes fiestas navideñas la facturación va a registrar crecimientos que se pueden mover entre el 4% y el 8% respecto a la que se consiguió durante el pasado ejercicio en esas mismas fechas, lo que las convertirán en la mejor campaña desde que se inició la crisis. Pero a este optimismo se suma una advertencia: se va a vender más, pero a los mismos precios, sin que haya margen para elevarlos por miedo a ahuyentar a los consumidores. Dos causas se señalan como claves en este punto: la mayoría de los salarios siguen sin aumentar, lo que hace que el coste de los productos sea un elemento clave en la elección, y además la competencia existente entre empresas se califica de "voraz".

El comercio, grande y pequeño, es el primer sector que pronostica un impulso en la demanda, dando así continuidad al incremento en las ventas que se ha venido produciendo a lo largo del presente año, según reconoce el presidente de Pimeco, Bernat Coll. Esa mejoría, según prevé su homólogo en Afedeco, Rafa Ballester, se moverá en la mayoría de los casos entre un 4% y un 5%. El factor clave, según se apunta, es que el "miedo" a gastar comienza a desaparecer ante la percepción de que la economía balear juega con ventaja por su dependencia del turismo.

Compras por internet

Sin embargo, Ballester y Coll coinciden en otro punto: no hay margen para subir precios. En primer lugar, porque la crisis ha hecho que este factor sea clave a la hora de que el cliente se decante por una u otra oferta. Pero además, porque esta actividad es una de las que está registrando con mayor dureza el aumento de la competencia, no ya de la mano de las grandes superficies, sino a través de una fórmula cuya implantación se está extendiendo a pasos agigantados: las compras por internet.

Por todo ello, los presidentes de Afedeco y Pimeco admiten que el comerciante teme quedarse fuera de mercado si encarece sus productos, por lo que no se prevén incrementos respecto a las Navidades anteriores más allá de algunos casos en el ámbito de los productos frescos de alimentación, cuyas fluctuaciones son más difíciles de prever.

Estas mismas tesis son respaldadas desde las grandes superficies. Va a mejorar de forma apreciable la demanda, lo que está conllevando aumentos en la contratación de personal de refuerzo, pero no hay margen para subir precios. También en este caso se pone de relieve el duro combate que se está librando en un nuevo campo de batalla, como es el de las ofertas de internet, que se suma al ya clásico entre grandes firmas. En este aspecto, se señala lo sucedido con motivo del Black Friday como la prueba más evidente de ello. En cualquier caso, no se oculta que el ambiente en el sector es de optimismo y que se espera la mejor campaña navideña desde que se inició la crisis.

Estas buenas previsiones se esgrimen también desde el sector de la restauración, según apunta Pedro Mesquida, miembro de la junta de la asociación de restauración de Mallorca. En su opinión, la campaña navideña va a ser muy buena en su sector, ayudada además por una cierta reactivación de las comidas de empresa y de la demanda familiar en las fechas más significativas, como Navidad o Año Nuevo. Mesquida solo hace un matiz, que también se esgrime en el caso del comercio: la mejoría se registra partiendo de unos niveles de actividad que han sufrido serios recortes a lo largo de la crisis. Pese a ello, se subraya la importancia de que el cambio de tendencia sea ya evidente y que la evolución sea al alza, con tasas que se pueden mover entre un 5% y un 8%.

Más clientes

Pero esta mejoría se va a alcanzar de la mano de un mayor número de clientes, pero no de una ampliación de márgenes de la mano de aumentos de precios. Hoy por hoy, según defiende el portavoz de la patronal de restauración, el cliente sigue sin aceptar encarecimientos del producto.

El presidente de la asociación de distribuidores de alimentos de Balears, Bartolomé Servera, se suma a la previsión de crecimiento de la demanda de la mano de un mayor saneamiento de las empresas, que en algunos casos recuperan la tradición de regalar cestas y lotes. Pero como en los casos anteriores, insiste en que no hay posibilidad de subir precios.

La misma tesis es esgrimida por los locales de ocio nocturno. Desde la asociación de salas de fiestas y discotecas, locales que en algunos casos reabrirán en fechas como Nochevieja, se señala que el margen para encarecer la entrada es nulo. En este sentido, su presidente, Jesús Sánchez, subraya además que en esta actividad hay que soportar una dura competencia de establecimientos que practican una competencia desleal, como los restaurantes que pasan a ofrecer música y baile. Eso hace que, en su caso, tampoco se espere una apreciable mejoría en su facturación.

La congelación en las tarifas alcanza incluso al producto de lujo. Un ejemplo evidente es la cena y fiesta de Nochevieja que organiza el hotel Son Vida, que repetirá su oferta por 325 euros. En este caso, no se habla de aumento de clientes hado que en esa fecha habitualmente roza el lleno.