La ONU denomina como "pandemia mundial" la violencia contra la mujer. Los datos son elocuentes en todos los países del mundo, ricos o pobres, en un contexto de discriminación por género en el que los asesinatos son el resultado más grave, pero no el único. Según datos del ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, desde el 1 de enero de 2003 han sido asesinadas en España 814 mujeres por violencia machista. En lo que va de año, en Balears se han producido tres casos y en el conjunto del Estado, el número de asesinadas asciende a 48.

Estos datos reflejan una realidad ante la cual ayer se manifestaron más de 300 personas en Palma portando antorchas con motivo del Día Internacional para la eliminación de la violencia contra la mujer. Al frente de las distintas pancartas, representantes de las organizaciones feministas convocantes bajo el lema: "El patriarcado nos sigue matando". Entre los asistentes, numerosos representantes de los partidos del Pacto (PSOE, Més y Podemos), incluyendo a sus candidatos en el caso de los socialistas (Ramon Socías) y de los econacionalistas (Antoni Verger). Ausencia de dirigentes del PP, Ciudadanos y El Pi.

Los dirigentes políticos se mezclaron entre los asistentes, dejando el protagonismo a los convocantes. Antes de comenzar la marcha, Fina Santiago, consellera de Servicios Sociales, afirmó que los datos demuestran que "queda todo por hacer" y que el rechazo a la violencia machista "no puede limitarse a una manifestación cada 25 de noviembre", por lo que animó a sumarse cada martes a la campaña consistente en colocarse una chapa como demostración de repulsa. Santiago, además, mostró su "preocupación" porque "las formas cada vez más violentas" que caracterizan a los asesinatos machistas.

Junto a ello, consideró que el que Balears se encuentre a la cabeza de denuncias por violencia de género en España no tiene por qué significar que en las islas se den más casos, sino que "quizá exista una mayor concienciación" y se denuncie más. "Me preocuparía más un descenso de las denuncias, porque estoy segura de que el número de casos que se producen son similares", declaró.

El presidente del Consell de Mallorca, Miquel Ensenyat, también se sumó a la manifestación. "Con esto no nos podemos limitar a hacer minutos de silencio", afirmó antes de resaltar la necesidad de "una respuesta por parte de todas las administraciones y la implicación de la sociedad civil". Esa implicación, según resaltó, supone "un proceso por el que evolucionemos desde la sociedad patriarcal en la que aún estamos hacia otra sociedad en donde las cosas no se hagan porque lo diga una Ley, sino porque lo normal es no hacerlas".

La manifestación partió de la Plaza de España para desembocar en Cort, en donde Àngels Cardona, profesora, poetisa y feminista, leyó el manifiesto resaltando los datos sobre la violencia machista. "No podemos estar calladas ni paradas, nos estan matando", afirmaba el texto en el que se exige a las administraciones públicas que prioricen los casos de violencia machista, se dote de recursos necesarios la atención a las víctimas, se agilicen los procesos judiciales y se sensibilice a toda la sociedad . "Nos estan asesinando mientras ellos miran hacia otro lado", añadió antes de exigir que la violencia machista sea considerada "una cuestión de Estado".