"Nos están matando y a nadie le importa". Leí esta terrible frase en las redes sociales después de que cinco mujeres fueran asesinadas en 48 horas entre el 8 y el 10 de noviembre. Casi cada semana, al menos una mujer es asesinada por su pareja o expareja, quienes las creen de su propiedad hasta el punto de arrancarles la vida. A veces, también a sus hijas e hijos.

En Mallorca, ateniéndonos a las estadísticas, hay ahora mismo varios cientos de mujeres que están siendo maltratadas. Pero, el horror no acaba aquí, porque hay que añadir las violaciones, el acoso laboral y sexual, la explotación sexual, las tradiciones culturales que atentan contra la integridad y dignidad de las mujeres, sea cual sea su cultura de origen... Las formas de violencia machista son muchas y variadas.

Sin duda, esta es una lacra social gravísima, que afecta a la mitad de la población, y que plantea retos a las políticas públicas. Las leyes, normativas y protocolos están siendo notoria y dolorosamente insuficientes, pues el machismo sigue gozando de extraordinaria salud. Las administraciones públicas, la dirección insular de Igualdad entre ellas, debemos seguir ahondando en la garantía de la protección y la reparación a las víctimas, en la implementación de medidas eficaces de amparo, al igual que pedir penas contundentes a los criminales. Pero sabemos que sólo con leyes no se arregla una situación tan compleja y extendida. Debemos ir más allá.

Desde aquí hago un llamamiento a la movilización ciudadana; hay que trabajar conjuntamente por un cambio de modelo social, sumando todos los esfuerzos posibles. Cada vez más, mujeres y hombres se involucran en la denuncia y dan la alerta cuando se dan situaciones que atentan contra los derechos de las mujeres. Hoy, desde esta dirección insular lanzamos el Pacto ciudadano por una Mallorca libre de violencias machistas, una estrategia de colaboración entre el Consell de Mallorca y la sociedad civil para hacer frente de forma más eficaz a esta lacra social. Instituciones y entidades de todo tipo feminista, vecinal, cultural, educativa, juvenil, profesional, sindical, política, empresarial, medios de comunicación, pueden participar e involucrarse con acciones que pueden ser pequeñas o ambiciosas, pero continuas en el tiempo.

En el documento de adhesión se hace un llamamiento específico a los hombres. Hace unos años, en Canadá, grupos de hombres lanzaron la campaña del Lazo Blanco, con la consigna "El silencio nos hace cómplices", llamando a los hombres a tener una parte activa en el cuestionamiento de esos comportamientos machistas, denunciando que es la cultura patriarcal la que impulsa esos comportamientos, que los que maltratan, asesinan y explotan a mujeres no lo hacen por su condición de varón, sino que son asesinos, delincuentes, criminales y como tal han de ser tratados.

Una gran mayoría de hombres no cometen estos delitos, pero no basta con ser individualmente respetuoso con las mujeres, hay que alzar la voz y decir que eso no es inherente al comportamiento masculino. Y es urgente hacerlo, porque las cifras de delitos por cuestión de género son demasiado elevadas para una sociedad que aspira a ser no sólo económica, sino también cultural y socialmente desarrollada.

En una sociedad igualitaria y respetuosa no caben las violencias machistas, y el conjunto de la sociedad hemos de decir hasta aquí hemos llegado. cambiemos el modelo social de relación entre mujeres y hombres.

El Pacto se presenta hoy 23 de Noviembre a las 17 horas en el Salón de Plenos del Consell de Mallorca (Palau Reial, 1) presidido por el presidente, Miquel Ensenyat.

(*) Directora insular de Igualdad del Consell de Mallorca