La equiparación en las retribuciones entre hombres y mujeres sigue siendo una utopía, especialmente cuando se hace referencia a la escala salarial más alta que se percibe en Balears, según se pone de relieve en el último informe publicado por la Agencia Tributaria. En concreto, durante el pasado año hubo en las islas 2.506 asalariados que percibieron más de 10 veces el salario mínimo interprofesional (es decir, más de 90.342 euros a lo largo de todo ese ejercicio), y de este grupo solo el 16,2% eran mujeres. Así, casi el 84% de esas retribuciones correspondientes a los cargos de mayor nivel dentro de las empresas quedaron en manos de varones.

El problema no radica solo en que las mujeres tengan un peso infinitamente menor en este tramo de las retribuciones, sino que además en esta categoría también ganan menos que los hombres, ya que si para ellos este tipo de sueldos se mueven en una media de 151.654 euros anuales, en el de las mujeres esta cantidad baja hasta los 136.391 euros. Eso supone no solo que ellas alcanzan con mayor dificultad los puestos de mayor responsabilidad en las empresas, sino además que cuando lo hacen, están peor pagadas.

Desequilibrios en la cima

Este desequilibrio, de forma más o menos acentuada, aparece en todas las escalas salariales de mayor nivel, lo que refleja que las mujeres ven concentrada su actividad profesional, de forma mucho más acentuada a la de los hombres, en los puestos peor retribuidos y para los que se reclama una menor cualificación, o se ven más afectadas por la contratación temporal y a tiempo parcial que provoca un descenso en sus ingresos medios anuales.

Los ejemplos no se limitan a las personas que cobran más de 10 veces el salario medio interprofesional. En el caso de los que perciben entre 7,5 y 10 veces ese SMI (entre 67.756,5 y 90.342 euros anuales), de los 4.094 trabajadores isleños que se encontraron en esa situación durante 2014, únicamente el 27% fueron mujeres, acaparando los hombres el 73% de este tipo de retribuciones.

Estas diferencias se reflejan en el hecho de que las mujeres suponen el 47,7% del total de asalariados del archipiélago sobre los que Hacienda realizó algún tipo de retención en su sueldo durante el pasado ejercicio, es decir, que en lógica deberían concentrar también casi la mitad de las retribuciones en sus diferentes tramos. Pero evidentemente no es así.

De este modo, en el tramo de los sueldos que suponen entre 5 y 7,5 veces el SMI (de 45.171 a 67.756,5 euros anuales), las mujeres suponen solo el 32,8% de las personas que alcanzan estas cantidades.

Los salarios más bajos

Los datos aportados por la Agencia Tributaria en relación a los isleños que durante el pasado año percibieron las retribuciones más bajas son igualmente significativos, solo que en este caso con un carácter muy diferente. La cifra de personas que durante el pasado año percibieron un máximo de 0,5 veces el SMI (hasta 4.517 euros) ascendió a 80.634 en las islas, de las que el 49,5% fueron mujeres, en este caso una tasa superior a la de su peso real en el conjunto de los trabajadores.

Respecto a los que cobraron entre 0,5 y el SMI completo, ascendieron a 69.056 personas, de las que el 52,3% fueron mujeres, en este caso ya en mayoría.

Pero esta información pone de relieve otro problema de la economía isleña: 149.690 asalariados de las islas recibieron unas retribuciones que rozaron o fueron inferiores al salario mínimo interprofesional, l0 que equivale a un 32,8% del total.

La secretaria de Empleo de CCOO-Balears, Silvia Montejano, y la responsable de Participación Sindical de UGT en las islas, Ana Landero, coinciden en que este informe de la Agencia Tributaria pone en evidencia que la igualdad entre hombres y mujeres en materia laboral dista mucho de haberse alcanzado, con el agravante de que la brecha se agiganta a medida que se incrementa la categoría del puesto de trabajo.

En opinión de ambas, estas desigualdades se sustentan en que aún no se ha logrado romper la creencia de que los hombres están más preparados para los puestos de mando, independientemente de su cualificación, y en que las cargas familiares siguen recayendo en mayor medida sobre las mujeres, que en muchas ocasiones son las que se ven obligadas a interrumpir su carrera profesional.