En medio del desconcierto por el veto de Génova a Álvaro Gijón, el PP balear se rebela para exigir a la dirección estatal que rectifique. “Queremos que se dé marcha atrás”, reivindicó ayer el secretario general del PP, Andreu Ferrer, para que el concejal en Cort y diputado ‘rodriguista’ sea el número 4 de la lista por Mallorca a las generales del 20-D, tal y como resultó elegido el pasado miércoles por el 32% de los miembros de la junta insular.

“Lo que ha ocurrido es un hecho insólito, no entendemos qué ha pasado y queremos una explicación. Madrid tiene las competencias (para decidir las candidaturas), pero siempre se han respetado nuestras decisiones”, protestó ayer Ferrer por la injerencia del aparato sobre la autonomía local del partido. A su lado, José María Rodríguez, presidente del PP de Palma y el padre político de Gijón, habló de ofensa, “decepción y frustración” ante el ninguneo. Pese al enfado, nada indica que Madrid vaya a cambiar su actitud.

La mano negra que ha vetado a Gijón es un misterio para la mayoría de los populares de las islas. Los rodriguistas -que se enfrentaron a los críticos para impedir que Mateo Isern fuera el cabeza de lista, y perdieron- sostienen que el exalcalde de Palma y Rosa Estaràs estan detrás de la maniobra por ganas de revancha.

Los críticos niegan estar detrás

Desde el sector crítico o regionalista ayer defendieron a Isern y lo niegan en redondo: “Es una estupidez supina hacer todo esto cuando está claro que el número cuatro no va a entrar”, justifica uno de sus cargos la inutilidad de perjudicar ex profeso a Gijón, ante las malas perspectivas electorales.

También se desvincula Estaràs, a la que los partidarios de Gijón acusan incluso de haber avanzado su exclusión en el mismo momento en que se supo que iba a ir de cuatro por Mallorca. “Desmiento tajantemente haber pedido a nadie de la dirección que se dejara fuera a Álvaro, no he intervenido para nada y me parece mal que alguien lo vaya diciendo”, declaró molesta la eurodiputada.

Si la autoría de la exclusión de Gijón es una gran incógnita, mayor lo es el motivo. Dos versiones son las más extendidas internamente. “Madrid sabe algo gordo que nosotros aquí no sabemos, y se ha querido curar en salud”, aventuran los regionalistas el riesgo de una eventual imputación de Gijón por la trama de los policías corruptos en Cort, o por una ramificación del caso Son Espases.

Estas fuentes apuntan la posibilidad de que en Génova estén al tanto “de alguna información a través de la Delegación del Gobierno o la Fiscalía”, y quieran prevenirse de tener a alguien investigado en plena campaña. Esta tesis es discutida por algunos de los propios regionalistas, que recuerdan que Gijón no está implicado por el momento en ningún sumario judicial conocido, y en consecuencia hablan de “puras elucubraciones”. Con todo, secundan que la cúpula madrileña del PP dispondría de información relevante en contra del rodriguista para justificar su eliminación de la candidatura.

Otra explicación que circula es que en Génova sentó mal que el PP balear se inventara unas ‘primarias’ para confeccionar la lista al Congreso por Mallorca, contraviniendo los estatutos del partido. La exclusión de Gijón se debería a un golpe de mano de la dirección para reprender el desafío desde Mallorca y a la vez evitar el efecto dominó en otras Comunidades. En ese supuesto Gijón cayó no por ser quién es, sino por el lugar que coyunturalmente ocupaba -el dos y el tres corresponden el PP de Eivissa y Menorca-, y se le sustituye por Mariona Ares, que ya ha sido diputada esta legislatura en las Cortes y la conocen en Madrid.

El papel de Miquel Vidal

El argumento cobra fuerza porque en los días previos a las votaciones Miquel Vidal intentó por todos los medios evitarlas y que hubiera una lista de consenso, alegando en privado a los bandos enfrentados que “Madrid está en contra” del sistema de elección utilizado. El presidente del PP de Mallorca, Jeroni Salom, hizo un alegato a favor: “El PP se tiene que abrir y modernizar, tiene que entender que cada afiliado debe poder ejercer su derecho a voto”.

Mientras se suceden las especulaciones, renace José María Rodríguez, tras quedar abatido por la derrota de Gijón la semana pasada. El presidente del PP de Palma logra que todo el partido, y no solo sus afines, se vuelque con el perdedor ante Isern y haga de su expulsión un casus belli entre Balears y Madrid.

“Pudimos resolver nuestros problemas a través de las urnas y que hubiera una lista de todos; lógicamente no es bonito este final”, reflexionó ayer Rodríguez tras reunir a la junta territorial del PP palmesano con la cúpula balear. Rodríguez consigue que hoy Vidal reúna también a la dirección autonómica y se concrete el plante ante Génova.

“Todo el PP se siente ofendido con esta actuación, no ha gustado a nadie en el partido y todos lo reprueban”, sentenció Rodríguez el veto a Gijón. Desde el sector crítico se le da la razón a su pesar: “Lo de Gijón no nos beneficia en nada, todo lo contrario, aparte de que la mucha gente nuestra es verdad que no lo ve bien”, admite uno de los representantes regionalistas.

“La lista que salió es la lista de todos”, enfatizó el líder del partido en la capital. Ahora “no podemos dar un paso atrás”, remachó. Rodríguez evitó señalar públicamente a Isern o Estaràs -“yo no puedo hacer ninguna especulación”-, e insistió en denunciar que “una cuestión que se había resuelto tan bien”, como la confección de la candidatura, Madrid la haya desbaratado por razones “que no sabemos a qué obedecen”.