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Turismo diseña un plan de inspecciones sobre el 'todo incluido' y los 'beach clubs'

Los controles se sumarán en 2016 a los anunciados sobre el alquiler turístico de apartamentos

El plan de inspección incluirá los alquileres turísticos de viviendas, el 'todo incluido' y la oferta de los 'beach clubs'. M. Massutí

La conselleria de Turismo va a poner la lupa de su inspección durante el próximo año sobre la oferta hotelera del todo incluido y sobre las nuevas figuras de los beach clubs (locales de ocio en las playas) y los party boats (fiestas en barcos), con unos controles que se sumarán a los ya anunciados sobre las viviendas de alquiler, según ha anunciado la directora general responsable de esta materia, Pilar Carbonell.

El hecho de programar un plan de inspecciones para el próximo ejercicio supone por sí mismo una novedad, según apunta Carbonell, dado que los nuevos responsables de este departamento se han encontrado con que, por decisión política de los anteriores dirigentes, no había ninguna programación para las inspecciones cuya función es garantizar la calidad de la oferta turística. La directora general defiende la labor realizada por el equipo de inspección de su departamento, pero lamenta que se haya visto obligado a funcionar principalmente en relación a las denuncias recibidas o a las controles destinados a la legalización de nuevos establecimientos, al no fijarse otros criterios políticos.

Las prioridades que se quieren fijar para la Inspección de Turismo durante 2016 reflejan también un cambio de planteamientos respecto a la pasada legislatura, en la que el peso de los controles sobre los hoteleros, y especialmente sobre las grandes cadenas, era relativamente bajo respecto a otro tipo de establecimientos. En esta ocasión, las exigencias de la denominada oferta complementaria parecen haber sido escuchadas, dado que el todo incluido se perfila como uno de los objetivos estrella.

En este aspecto, además de vigilar la calidad del servicio que se da al cliente en los establecimientos que han incluido esta modalidad en su oferta, la intención de la Conselleria es exigir su inscripción en el registro contemplado en la ley balear turística, en el que el número de hoteles que se han apuntado es mínimo, según se lamenta desde el citado departamento autonómico. Hay que tener en cuenta que esta inscripción ante la Conselleria busca precisamente poder estimar el alcance de este producto y disponer de un censo para poder vigilar su calidad.

El plan de inspección que se está elaborando contempla también la aplicación de controles sobre nuevos productos turísticos que aparecen recogidos en la citada ley autonómica y en el reglamento que la desarrolla, como son los beach clubs y los party boats, sobre los que también desde sectores de la oferta complementaria se ha venido cuestionando la ausencia de vigilancia y el sistema de funcionamiento de algunos de estos negocios, de los que la primera de estas modalidades tiene una implantación especialmente notable en Eivissa, pero que se está extendiendo también a Mallorca.

Finalmente, el plan de inspecciones turísticas recaerá sobre el alquiler de viviendas vacacionales, tanto por lo que se refiere a las unifamiliares, contemplado ya en la legislación balear, como en el de las plurifamiliares, prohibido por dicha norma si se comercializan por canales turísticos, pero que el nuevo Govern pretende regular.

En este segundo caso, tal y como adelantó Diario de Mallorca el pasado día 3, se pretende poner en marcha una campaña de controles en colaboración con la conselleria de Hacienda y la Agencia Tributaria de Balears, con el fin de cruzar datos y detectar la oferta de apartamentos existente, antes de proceder a su regularización. Hay que recordar que la intención del Ejecutivo de Francina Armengol es regularizar el alquiler turístico de viviendas plurifamiliares y aplicar también sobre ellas el nuevo impuesto turístico que tanto rechazo genera entre los hoteleros.

Otro dato a tener en cuenta es que desde la Agencia Tributaria estatal se ha señalado su predisposición a colaborar con la Administración autonómica a la hora de intercambiar información y realizar controles sobre los alquileres vacacionales, dado que este organismo los viene haciendo desde hace años para detectar aquellas actividades cuyos ingresos no son declarados al fisco.

Inspecciones por fases

Pilar Carbonell no ocultó que la Conselleria dispone de un equipo de inspectores limitado, formado por 15 personas, lo que va a obligar a planificar los controles por fases, es decir, dedicar un periodo del año, a partir de marzo, para ocuparse de cada una de las modalidades antes señaladas.

Hasta entonces, se va a dedicar el invierno a intentar poner fin al atasco de expedientes existente en este departamento (muchos de ellos correspondientes a las autorizaciones para el alquiler de chalets) y que en agosto se cifraban en unos 3.000 pendientes de resolución. La directora general apunta que el objetivo es dar salida a todo este trabajo retrasado para poder poner "el contador a cero" al inicio de la próxima temporada turística.

Por otro lado, anuncia que este departamento trasladará su sede definitivamente al Parc Bit a lo largo de este mes, algo que inicialmente había generado el malestar de la plantilla..

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