El programa de Prioritat Social del Institut Mallorquí d'Afers Socials (IMAS) ha detectado en los últimos cuatro años un "considerable aumento" de casos de maltrato económico a las personas mayores.

Así lo reflejan Núria Vaquer, trabajadora social, y Sofía Alonso, educadora social, en un artículo incluido en el Anuari de l'envelliment 2015, que fue presentado ayer por su coordinadora, Carmen Orte, catedrática de Pedagogía de la Universitat. Durante la presentación, Alonso explicó que el abuso económico es una forma de maltrato "por la cual una persona mayor pierde su autonomía financiera hasta el punto de que no puede resolver los problemas del día a día".

Este programa del IMAS surgió para atender de forma "inminente" los casos que se detecten en los servicios sociales de atención primaria de personas mayores en riesgo de desprotección o maltrato. En 2011 este programa recibió un total de 148 solicitudes de intervención y se concluyó que en cuatro casos se estaba produciendo un abuso económico. En 2014, se recibieron 158 peticiones de actuación y los expertos concluyeron que en 27 casos se daba una situación de abuso económico. En el 30% de las situaciones, este tipo de maltrato se daba conjuntamente con violencia física o psicológica y en cuatro de cada diez casos el abusador era un hijo. La mayoría de las veces en que son los propios hijos quienes ejercen este maltrato, estos tienen detrás un problema de adicción (alcoholismo u otra toxicomanía).

Uno de los indicadores que pueden activar la alarma ante un posible caso de abuso económico es el impago de la residencia. El IMAS, señalan las autoras en su artículo, gestiona más de 1.700 plazas residenciales entre públicas y concertadas. El año 2014 se detectaron 82 casos de impago, de los cuales una decena se sospecha que se deben a un maltrato económico: "Podría pensarse que no son muchos", rezan Alonso y Vaquer, "pero cabe recordar que se trata de casos detectados y que el objetivo que deberíamos tener es que no haya ni un caso".

Las investigadores señalan posibles factores que hacen que la persona sea más susceptible de sufrir maltrato económico, como la edad ("a más edad, más fragilidad, más posibilidad de sufrir dependencia; de discapacidad y, por tanto, vulnerabilidad) y el género ("a más edad, más mujeres y por tanto, a más edad, más probabilidad de que una mujer sea víctima de abuso").

Con todo, Alonso y Vaquer subrayan que es necesario apostar por "programas de sensibilización e información a la sociedad" y desarrollar acciones como campañas de divulgación de los derechos de las personas mayores o la mejora de la formación de los profesionales implicados, entre otras.

La visibilidad de la realidad de las personas mayores de Balears es uno de los principales objetivos de este anuario, que Orte viene coordinando desde el año 2008. Ayer, la catedrática de Pedagogía expresó su satisfacción con este nuevo volumen, que, a su entender, ha quedado "muy completo y redondo" al tocar temáticas y aspectos muy diversos a través de los 21 artículos que lo componen.

Cabe recordar que, según las tendencias demográficas, España (y el mundo occidental en general) avanza hacia un invierno poblacional, con una proporción muy elevada de personas mayores que no compensan unas tasas muy bajas de natalidad. En Mallorca, según datos de IBESTAT, hay 175.017 personas con 60 años o más. De éstas, 37.692 son octogenarias y la mayoría son mujeres.

Además del artículo sobre el maltrato económico, ayer durante la presentación del Anuari de l'envelliment se hizo hincapié en el texto sobre Envejecimiento y virus de la inmunodeficiencia humana, de Javier Murillas y Judith Alfaro. El primero, médico internista del área de infecciosos de Son Espases, explicó cómo la mejora del estado de la salud gracias al uso de tratamientos antiretrovirales de alta eficacia ha aumentado las ratios de supervivencia en pacientes con VIH, lo que ha implicado un aumento de la población mayor. "Actualmente en nuestro hospital hay 359 pacientes en seguimiento por VIH que tienen más de 55 años", señaló Murillas, que subrayó la importancia de "tomar conciencia de la peculiaridad de este grupo de pacientes para introducir cambios en el manejo de estas enfermedades asociadas al envejecimiento".

Mujeres pioneras

Maria Alarcón, secretaria general de FETE-UGT, es la autora junto a Cristina Ferrer, de otro artículo que fue presentado ayer: Mujeres pioneras en el ámbito laboral en Balears. El texto repasa las trayectorias de varias mujeres que a principios de los años ochenta y en la década de los noventa abrieron camino en varios puestos de trabajo hasta entonces cubiertos en exclusiva por hombres: del cuerpo de bomberos al de conductores de la EMT.

El volumen presentado ayer toca varios aspectos de la realidad de las personas mayores sobre las que hasta ahora no existían muchos estudios, como el suicidio; la población reclusa o las agresiones entre internos en centros residenciales.