Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

Manolo Cuenca: "Me gustaría que se reconociese más la labor del agente de medio ambiente"

Hace pocas semanas que Manolo Cuenca (Manolo es forestal) se ha jubilado como agente de medio ambiente (AMA) tras 39 años y medio de servicio

Manolo Cuenca.

Hace pocas semanas que Manolo Cuenca (Manolo es forestal) se ha jubilado como agente de medio ambiente (AMA) tras 39 años y medio de servicio. Nació en el año 1950 en Almedinilla (Córdoba), pero vino a Mallorca de muy joven. Entró a formar parte del cuerpo del antiguo ICONA hasta que lo transfirieron al Govern. ‘Manolo es forestal’ es una persona muy popular en toda Mallorca.

-Usted ha pasado casi 40 años mimando el medio ambiente de Mallorca. ¿Vocación o solo trabajo?

-En todos los trabajados debe haber un poco de vocación. Yo siempre me he sentido muy orgulloso de mi labor como forestal. La naturaleza es lo mío y necesito pisar el bosque. El medio ambiente es un beneficio para todos las personas y yo he disfrutado 39,5 años cuidando el monte.

-¿ Cómo llegó a convertirse en agente de medio ambiente?

-Yo soy natural de Córdoba, pero mis suegros vivían en Mallorca y vine a la isla hace 42 años. Recién terminada la mili me convertí en mallorquín. Pocos años después se abrieron las pruebas y yo, junto con 8 compañeros más, entramos en el antiguo Instituto para la Conservación de la Naturaleza (ICONA) del Estado. Después nos transfirieron al Govern y la verdad es que mejoramos bastante con el cambio, tanto en sueldo como en medios para trabajar.

-¿Cuáles han sido las situaciones más difíciles en las que le ha tocado trabajar?

-En el incendio de la Trapa (Andratx), empezó a arder a las 4.00 horas de la mañana. El fuego era muy imponente y se tuvieron que desalojar casas en s’Arracó con el peligro de numerosas botellas de butano. Yo me tiré dos días apagando fuego y sin ir a casa. En otra ocasión, en Sóller, nos tiramos del helicóptero en La Mola sabiendo que nos metíamos en la boca del lobo. El fuego estaba dormido, pero de repente se reavivó y tuvimos que salir corriendo por el acantilado. Estuvimos a punto de morir. En Eivissa, el fuego nos rodeó por completo al cambiar el viento y allí no hay caminos de escapatoria. Logramos salir por una pequeña vía de escape entre el sotobosque para sobrevivir.

-¿Ha tenido que imponer sanciones importantes por agresiones ambientales?

-Yo siempre he sido partidario del diálogo y la verdad es que he conseguido solucionar muchos temas hablando. En una ocasión, en el puente de s’Albufera, entre Muro y sa Pobla, varios payeses colocaron debajo tractores, remolques y utensilios de labor, así como aceite y combustible. Aquello era muy peligroso, ya que además de taponar la vía de entrada de agua a s’Albufera, también se podía producir un vertido en el parque natural. Antes de imponer sanciones decidí ponerme en contacto con los payeses que habían colocado los tractores y les di 15 días para retirarlos. Me hicieron caso y así pudimos evitar conflictos. Evidentemente que también hemos tenido que poner sanciones por vertidos de residuos y otros materiales.

-Ustedes son agentes de la autoridad, pero otros cuerpos tienen más notoriedad.

-Efectivamente, somo agentes de la autoridad en todo lo que respecta el medio ambiente. Nuestro trabajo es sordo y muy callado. En el Seprona de la Guardia Civil son unos grandes profesionales, pero nosotros también somos una pieza fundamental en la investigación de los incendios y en otras labores ambientales. Me gustaría que se reconociese un poco más el trabajo de los AMAS. De todas formas, yo me voy con la conciencia muy tranquila porque hecho el trabajo de la mejor forma posible.

-¿‘Manolo es forestal’ se aburrirá sin poder ir al bosque?

-No. Ya tengo todo preparado para no aburrirme. Tengo un terreno cerca de Llubí y allí tengo mis árboles y mis plantas que necesitan mucho cuidado. Voy a seguir en contacto con la naturaleza hasta que muera. También aprovecharé para caminar, viajar y pasar más largas estancias en mi tierra, Córdoba.

Compartir el artículo

stats