El actual president del Consell Consultiu, Rafael Perera, que ya era vocal cuando se pidió el pronunciamiento sobre el asunto de Son Espases, defendió la actuación de su antecesor, Miguel Coll. Lo calificó de "uno de los juristas más brillantes que he conocido, que fue jefe de la abogacía del Estado". Perera aclaró al juez que el reglamento permite al presidente de la institución asumir una determinada ponencia, sobre todo si se trata de un asunto complicado. Explicó que, por ejemplo, él como presidente realizó el dictamen sobre la polémica del TIL. También consideró lógico que Jaume Matas pidiera un pronunciamiento al Consell Consultiu, porque precisamente la ley permite al president acudir a esta institución cuando tiene algún tipo de duda jurídica sobre un determinado asunto que afecta a la comunidad. Afirmó que era imposible, debido a su "integridad ética", que el entonces presidente, Miguel Coll, se hubiera dejado influir de alguna manera por Matas.