Bienvenida por la mañana en Bellver, recepción y sesión de trabajo al mediodía en el Consolat de Mar y por la tarde reuniones en la Cámara de Comercio con empresarios y representantes de las distintas patronales de la isla. Con el objetivo de conocer la realidad socioeconómica de Mallorca, un total de veinte embajadores de la Unión Europea celebraron ayer por primera vez en Palma su reunión semestral. La iniciativa fue del embajador de Luxemburgo en España, Jean Graff, que estuvo acompañado por el cónsul en Balears, Joan Buades, cuyo país ejerce actualmente la presidencia rotaria del Consejo de la Unión Europea. Entre los diplomáticos que participaron en las diferentes reuniones se encontraban los embajadores en España de países como Alemania, Bélgica, Irlanda o Francia, que de esta forma pudieron conocer de primera mano la realidad mallorquina.

A las diez de la mañana, el alcalde de Palma, José Hila, recibió a la delegación diplomática en Bellver, donde agradeció al embajador de Luxemburgo, Jean Graff, haber elegido Palma para celebrar la cita. Además, Hila animó a los diplomáticos a conocer todo el patrimonio y los atractivos de Palma, donde "la cultura, el comercio, el turismo y la gastronomía son ejes con un magnífico potencial en los que todos trabajamos". El alcalde transmitió a los embajadores que Palma es una ciudad "orgullosa de su patrimonio y también de sus personas", una capital que muchos de ciudadanos europeos "han elegido para vivir y llevar a cabo sus proyectos de vida".

Al mediodía, la presidenta Francina Armengol recibió a la delegación en el Consolat, donde se celebró una reunión de trabajo en la capilla sobre la realidad económica, social, medioambiental y turística de las islas y se posó después para la foto de familia en el patio. Armengol trasladó a los diplomáticos la importancia del turismo en la economía. "Es necesario explicar la oferta turística específica de cada una de las islas, así como los objetivos de abrir nuevos mercados y alargar la temporada", manifestó. La presidenta subrayó también la necesidad de contar con el apoyo de la UE para compensar los sobrecostes del transporte marítimo y aéreo, dos de los grandes inconvenientes que genera la insularidad.

Por la tarde, la Cámara de Comercio acogió a los embajadores en una reunión con representantes de los sectores productivos, que fue encabezada por el vicepresidente de la institución, Álvaro Middelmann, y Jean Graff. También participaron el embajador de Alemania, Heinz-Peter Tempel; Irlanda, David Cooney; Países Bajos, Matthijs van Bonzel, o Francia, Cyrille Rogeau.