La consellera de Hacienda, Catalina Cladera, afirmó ayer que la deuda de 8.995 millones de euros de la Comunidad Autónoma, unida al déficit que supera el límite permitido por el Gobierno central, junto al 0,3% de déficit marcado por el ministerio de Hacienda para el próximo año, coloca a las arcas del Govern en una situación "límite" en la que, entre otras cuestiones, se ve obligada a dedicar el próximo año 906,9 millones de euros a pagar la deuda, un 4,9 % más que en 2015. Cladera realizó estas manifestaciones en su comparencia en comisión parlamentaria para explicar los presupuestos de su departamento para el próximo año.

"La deuda que tenemos no la hemos generado nosotros, una deuda de casi 9.000 millones de euros no se crea en un día y ahora se come el 21 % de los presupuestos para 2016", dijo Cladera quien admitió que se trata de una cantidad "insostenible". En este sentido, afirmó que buena parte de este elevado endeudamiento se debe a la "mala gestión" del Govern del popular Jaume Matas, con el impulso de discutibles infraestructuras.

La consellera respondía así a las críticas de los diputados Salvador Aguilera, de Podemos, y Antoni Reus, de Més. Reus pidió a Cladera "alguna actuación" para aplazar el pago de esta deuda, mientras que Aguilera fue más lejos y, tras emplazar también a la consellera a negociar con los bancos un aplazamiento, afirmó que "ha llegado el momento de que el Govern diga: No pagamos". Cladera no contempló esta posibilidad. Explicó que los intereses de la deuda supondrán el próximo año 145 millones de euros, aunque recordó que el 62 % de esta cantidad está en manos del Estado y que del resto hay una parte fija que tampoco se puede renegociar. Las amortizaciones de deuda ascienden a 711 millones de euros.

La consellera de Hacienda defendió las cuentas elaboradas por el Govern para el próximo año, incluida la subida de impuestos "redistributiva de la riqueza" que, según insistió, sólo afectará a las rentas más altas. Afirmó que "son unos presupuestos valientes, elaborados con las restricciones del déficit , la deuda, y la mala financiación, a pesar de lo cual el 82 % del gasto de las conselleries es social, con el fin de reconstruir los pilares del Estado de Bienestar" que, según dijo, desmanteló el PP con los recortes en gran parte por motivos ideológicos.