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Entrevista

María Coca: "Una niña se lamentó de que sufría la ley de Murphy por tener que vendarle un pie antes de Halloween"

"En menores de 3 años valoramos su dolor por la postura o por si pueden ser consolados por sus padres"

María Coca, enfermera de urgencias pediátricas.

-¿Qué valoran antes de dar prioridad a la atención de un niño sobre la de otro?

-En primer lugar valoramos su aspecto general, el motivo de la consulta, su valoración clínica, sus síntomas, sus constantes vitales, su edad... Tenemos un programa informático en el que vamos introduciendo estos datos y luego nos sugiere el nivel de urgencia de la atención.

-¿Cuántos niveles hay?

-Cinco, aunque también tenemos en cuenta otras variables como la intensidad del dolor o el hecho de que, por ejemplo, un niño nos llegue con una importante deformación en un brazo.

-Detálleme los motivos y los tiempos de atención en estos cinco niveles.

-El nivel uno o de categoría de reanimación recibe una atención médica inmediata e intervendríamos así con un bebé con convulsiones, por ejemplo. En la categoría de emergencia o nivel dos el médico ha de atenderle tras un tiempo de espera máximo de diez minutos. Este nivel se activa ante un niño con una crisis asmática que le dificulta la respiración o ante un brazo roto con mucho dolor. El nivel dos también se activa sí o sí cuando recibimos a un bebé de menos de siete días.

-¿Por qué?

-Por el riesgo que entraña que un recién nacido aguarde más de diez minutos en una sala de espera en la que otros niños que pueden pegarle cualquier otra enfermedad. Y también por su temprana edad. Niños con problemas oncológicos, cardiológicos o con parálisis cerebral también son atendidos antes de diez minutos.

-Iba por el nivel tres...

-En el tres, o de categoría urgente, el tiempo máximo en que debe ser atendido por el facultativo no debe sobrepasar la media hora. Así actuamos con un paciente con un dolor de barriga moderado, por ejemplo. En el cuatro se le asiste antes de una hora aunque estaríamos ante un niño mayor con algo de fiebre. Por último, el nivel cinco o no urgente admite una demora máxima de dos horas pero estaríamos ante un caso de un catarro que curse sin fiebre.

-¿También atienden estas "urgencias"?

-Y cosas más banales. Pero puedo entender perfectamente que unos padres se presenten con su bebé por cualquier motivo.

-Antes ha dicho que el dolor es uno de los principales items que tienen en cuenta a la hora de dar prioridad a la asistencia. ¿Cómo lo valoran en unos pacientes tan impredecibles?

-Sí, el dolor es muy subjetivo y por eso usamos varias escalas. Para los menores de tres años usamos la escala Flacc que tiene en cuenta, entre otras variables, la postura del niño, si está encogido por el dolor por ejemplo, o el hecho de que sus padres le puedan consolar o no.

-¿Y para los mayores de tres años?

-Con ellos utilizamos la escala Wong-Baker o la escala numérica, que es la que se usa con el adulto cuando se le pregunta que califique su dolor del uno al diez. La primera se basa en seis niveles de dolor según la expresión del rostro del paciente. Porque un niño te puede estar diciendo que le duele mucho mientras salta y juega con otro.

-¿Cuántos años lleva como enfermera de urgencias infantiles?

-Ocho años.

-¿Existe una especialidad de enfermería de urgencias?

-A día de hoy, no. Existe una especialidad que se denomina médico-quirúrgica y que engloba, creo, a las profesionales que trabajan en urgencias y en las unidades de cuidados intensivos.

-¿Qué cualidades deben adornar a las personas que trabajan en urgencias?

-Hay que tener capacidad de reacción y de comunicación, tener empatía con los pacientes. Ser organizada y resolutiva.

-¿Cuál es la urgencia infantil más frecuente?

-Es muy habitual que vengan niños que se han introducido un objeto en la nariz, un trozo de plastilina, de goma... que el otorrino saca fácilmente con unas pinzas o un aspirador.

-Cuénteme alguna anécdota divertida.

-Hay muchas porque los niños son muy divertidos y sinceros. El otro día una niña se lamentaba de que tenía la ley de Murphy encima porque tenía que vendarle el pie antes de Halloween. O el niño que se negaba a que le sacaran sangre porque era suya.

-¿Y la experiencia más trágica?

-Lo peor es cuando llega un niño que está con cuidados paliativos por un empeoramiento de su estado y que prácticamente ingresa para morir.

-¿Cuántas veces ha vivido una situación así?

-En dos ocasiones. Llegaron en fase terminal y fallecieron en el servicio de urgencias.

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