Balears tendrá el año que viene el presupuesto público más alto de la historia autonómica. La comunidad se gastará 4.241 millones de euros, un 5,1% más que en el segundo año de más presupuesto, el actual. En esa cifra hay para casi todo. Especialmente para lo social. El Govern formado por el PSIB y Més, con el apoyo desde el Parlament de Podemos, eleva en sus cuentas el gasto en educación, sanidad, servicios sociales y lucha contra el paro a un total de 2.549 millones. Eso es un 6% más de gasto social que hace solo un año, cuando el entonces conseller de Hacienda, José Vicente Marí, describía las últimas cuentas del PP de Bauzá como las más sociales.

Su sucesora, la socialista Cati Cladera, repetía ayer mensaje para presumir de progresía en la lucha contra la desigualdad, con una coletilla añadida que será clave: son unos presupuestos, decía, diseñados a medida de los acuerdos de gobernabilidad entre PSIB, Més y Podemos. Que los presupuestos los presenta el Govern de PSIB y Més, pero incumben a Podemos, se leía entre líneas, tras las amenazas de bloqueo presupuestario insinuadas por la formación de los círculos. En esas cuentas del Pacto las prioridades han sido, según Cladera, "la redistribución de la riqueza, la lucha contra la desigualdad y el apoyo a los ciudadanos más desfavorecidos". "Es el cambio que nos pidieron las urnas", afirmó la consellera de Hacienda, antes de apuntarse a otra frase habitual de su predecesor del PP en la gestión de la cosa pública: "Las personas están por delante de las cifras".

Y hasta ahí las similitudes. Que en los presupuestos "del cambio"hay muchos cambios. O eso parecía ayer en una presentación en la que el Govern se negó a desglosar el gasto por departamentos (algo que se hace habitualmente), explicando que eso lo hará hoy. Ayer era el día de la publicidad, de venderse en positivo, sin números con los que nadie pueda analizar si lo es positivo lo es tanto. El caso es que el nuevo Govern acaba por ejemplo con una operación que año tras año permitió a José Ramón Bauzá maquillar los números: metían en los ingresos más de 80 millones que nunca llegaban, algo que sabía el Govern previamente. Le tocaba pagarlos al Estado por convenios de carreteras, pero el Gobierno Rajoy no accedió nunca a poner lo suyo. Esta vez ese agujero contable desaparece. También acaba el nuevo equipo de Hacienda con otro error conocido, pero no subsanado, por los anteriores responsables: cada año se presupuestaba un gasto sanitario de cerca de 1.200 millones, cuando se acababan fundiendo siempre en torno a 1.400. Esta vez la cifra presupuestada, 1.389 millones para Sanidad, se acerca más a lo que se gastará de verdad. Esa cuantía, además, marca el presupuesto sanitario más alto, un 5,6% más que los últimos números de Bauzá.

Ese dinero, dice Cladera, servirá para recuperar profesionales, retribuirles parte de lo recortado en años de tijeretazos e implantar medidas como la apertura de los centros de salud por las tardes, la mejora de infraestructuras sanitarias o la vuelta a la atención sanitaria universal (incluyendo a todos los inmigrantes en el universo).

El "esfuerzo social" del que presume el Pacte también se refleja en el dinero destinado a servicios sociales. El departamento de Fina Santiago dispondrá de 164 millones para políticas de atención a los más desfavorecidos, un 12% más, también el mayor presupuesto manejado en un área que no ha dejado de ganar protagonismo desde que estalló una crisis económica que continúa como fractura social. A falta de detalles como si por primera vez se incluye una partida suficiente para pagar a los beneficiarios de la Ley de Dependencia, la consellera de Hacienda confirmó que habrá 20 millones para la renta básica prometida en el Pacto de Gobierno. Y quedará para actuaciones contra la creciente pobreza infantil, deslizó Cladera.

La educación volverá a ser protagonista esta legislatura. Aunque parece que por razones distintas. Tras años de marea verde y conflicto a pie de aula, el Govern aporta 41 millones adicionales a un sector en el que aún escuecen las ampollas de trifulcas políticas pasadas. El presupuesto educativo será de 817 millones, un 5,4% más, avance con el que Cladera afirma que se pagará la entrada de más profesionales en un sistema público con las aulas cada vez más saturadas. Se afrontará el problema con la recuperación de las sustituciones de docentes de baja, abandonadas la pasada legislatura .

Dinero contra la explotación

El frente social se completa con un refuerzo en la trinchera probablemente más sangrienta, la del paro. Destinarán a ocupación 65 millones, un 19% más. "Será dinero para luchar contra la explotación laboral y planes de ocupación para colectivos como jóvenes y mayores de 45 años", esbozó la de Hacienda.

Con todo, la acción social se lleva seis de cada diez euros de la comunidad. El resto es fundamentalmente para pagar deudas con la banca y el Gobierno central, con amortizaciones de créditos en cifras máximas (714 millones, un 17% más). Así que sube la carga financiera, como sube el gasto social. Si se observa por capítulos, casi todo aumenta. Crece el dinero destinado a la plantilla (capítulo 1). Las nóminas saldrán por 1.356 millones, un 7,6% más. En el montante, según Cladera, está ya incluido el sobrecoste de los acuerdos de esta misma semana con los sindicatos, que amenazaban huelga. También engordan las tranferencias a los consells, que verán llegar 300 millones, un 10% de ellos, 210 serán para Mallorca, que capta un 29% más) ¿Y si todo aumenta, como se sostienen las cuentas, lastradas además por el límite de déficit más restrictivo jamás fijado? Pues según la consellera, "priorizando". Ayer no dejaba claro en qué. Hoy, con la entrega de las cuentas completas en el Parlament, se verá quien pierde para que lo social gane y tenga más que nunca.