La propiedad de s'Espalmador, en Formentera, ha decidido poner a la venta el islote por un precio de 24 millones de euros. Rosy y Norman Cinnamond, nietos de Bernardo Cinnamond James, que adquirió esta pequeña isla en 1932 a Carlos Tur Roig por 42.500 pesetas, han recibido ya varias ofertas, y antes del inicio de este verano, por "deferencia hacia la Administración", transmitieron al Consell de Formentera la decisión.

En esta reunión estuvieron presentes prácticamente todos los consellers insulares, no así el presidente, Jaume Ferrer. Por parte de la propiedad asistió Mark Stücklin, yerno de uno de los propietarios, y el abogado ibicenco Santiago Marí Ribas. Durante este encuentro, se planteó la posibilidad de que el islote fuera adquirido por alguna administración y pasara a ser de propiedad pública.

Desde el Consell, el vicepresidente segundo y responsable de Presidencia, Hacienda y Medio Rural, Bartomeu Escandell, confirmó este extremo, pero matizó: "Claro que estamos interesados, sería magnífico, pero el precio es demasiado elevado".

Escandell recordó que el presupuesto anual de la Administración insular ronda precisamente la cantidad por la que se pone a la venta s'Espalmador. "Aunque el asunto se trató y estaríamos encantados de que fuera público, no es viable por el momento", matizó el conseller.

Los representantes de la propiedad reconocen que el coste es un hándicap pero adelantan que el precio podría negociarse: "La propiedad quiere vender, pero si es a una Administración y el islote pasa a ser público, mucho mejor. Lo prefieren así", afirmaron.

Aunque no se han explorado más opciones porque todo está "muy verde", como apuntan todas las partes, se apuntó la posibilidad de que la compra se realizara con fondos del Govern, del Estado o de la Unión Europea. Incluso la propiedad aceptaría un pago fraccionado, en varios años, para que s'Espalmador pasara a ser público.

El islote está ubicado en una zona especialmente sensible para la preservación del ecosistema del Parque Natural de Eivissa y Formentera, al que pertenece. Además, está protegido por la Ley de Costas, es ANEI (Área Natural de Especial Interés) desde 2001 y en 2005, el Plan Territorial Insular lo declaró AANP (Área de Alto Nivel de Protección). Ese mismo año, s'Espalmador pasó a ser Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA). Precisamente este importante nivel de protección condiciona un interés institucional por el islote. "La protección de la isla está garantizada y el escenario económico [para una posible compra] no es el adecuado", explicó al respecto el conseller de Hacienda de Formentera, quien insistió en que la institución que representa "no puede asumir" esta compra.

No existe por tanto una urgencia que pudiera justificar un interés de las administraciones en adjudicarse esta isla. No obstante, y a pesar de estar protegida por tanta normativa, s'Espalmador sufre cada verano una fuerte presión provocada tanto por el turismo náutico como por personas que acceden desde la cercana costa de Formentera atravesando es Pas, un tramo de arenal peligroso por las corrientes pero que en determinados momentos del año es transitable a pie.

El propio Norman Cinnamond ya advirtió el año pasado sobre los efectos de estas agresiones en el entorno del islote. Entre otras cosas, la propiedad critica el descontrol de los fondeos, los baños en el barro, que luego la gente se limpia en la bahía, contaminándola, y que sa Torreta, espacio donde tradicionalmente fondean embarcaciones, "es un campamento descontrolado".

La propiedad lamenta que no dispone de medios para impedir estas continuos atentados contra el medio ambiente.

Las particularidades de s'Espalmador son muchas. La primera, su ubicación. Separada de Formentera por una estrecha lengua de mar conocida como es Pas, que puede ser atravesada aunque resulta muy peligrosa por las corrientes, este islote mide alrededor de un millón de metros cuadrados de los cuales 797.646 son de titularidad privada. La Ley de Costas representa un buen mordisco a su territorio, calificado según la ficha de la dirección general del Catastro, que explica que el islote linda en los cuatro puntos cardinales con el mar, con un uso principal agrario.

La propiedad del islote construyó, antes de los años sesenta, dos edificaciones que todavía están en pie y que el Catastro define con detalle. La mayor se denomina de s'Alga: "Casa de una sola planta (?) compuesta de una capilla, doce dormitorios, ocho baños, tres porches, dos entradas, un oficio, comedor, cocina, dos salas, dos despensas y tres trasteros, con una superficie construida de cuatrocientos sesenta y ocho metros, cuarenta y siete (sic) decímetros cuadrados. Linda por sus cuatro vientos con la finca matriz».

La otra construcción se denomina des Majoral: "Compuesta de cuatro dormitorios, sala de estar, salita, cocina, porche y un baño, con una superficie construida de ciento setena y cuatro metros, setenta y dos centímetros cuadrados". Además, se explica que "anexas" a esta vivienda "existen cuatro cuadras de ochenta y dos metros cuadrados de superficie construida".

Como ya explicó el periodista de Diario de Ibiza Carmelo Convalia en un reportaje publicado en septiembre del año pasado, la isla fue adquirida por Bernardo Cinnamond James, de nacionalidad británica, a Carlos Tur Roig en 1932. Desde entonces, esta propiedad ha estado gestionada por la misma familia, y los actuales herederos, Norberto y Rosy Cinnamond Planas, la han mantenido sin alteraciones todas estas décadas.

El monto de la compra ascendió entonces a 42.500 pesetas que se abonaron en un primer pago de 22.500 pesetas y en anualidades entre 1933 y 1936.