El Servei de Salut reabrirá sí o sí los centros de salud por las tardes porque se trata de mejorar la accesibilidad de la población a estos recursos sanitarios y porque esta medida "responde a una demanda social" que los partidos que hoy en día gobiernan o dan sustento al Govern en las islas habían plasmado en sus respectivos programas electorales, recalcó ayer el director general del IB-Salut, Juli Fuster.
No obstante, el máximo responsable del Servei de Salut suavizó su discurso al asegurar que entienden las pegas que les han trasladado los profesionales de este nivel asistencial, a los que prometió que la ampliación del horario se hará con "diálogo y consenso" y sustituyendo a todos los empleados que sean necesarios reemplazar. "Ya hemos anunciado que queremos potenciar la Atención Primaria y eso quedará reflejado en los presupuestos de 2016", adelantó.
"Vamos a sustituir a muchos profesionales, no a todos pero sí a la mayoría, todo dependerá de la situación de cada centro. Y vamos a dar más estabilidad a la contratación en Primaria, habrá más interinidades y nos olvidaremos de esos contratos temporales de lunes a viernes que eran renovados el lunes siguiente para evitar pagar los fines de semana. También convocaremos una oferta pública de empleo para dar más estabilidad a los trabajadores", prometió Fuster.
De ocho a ocho
Mientras tanto, en un documento al que ha tenido acceso este rotativo, el gerente de Atención Primaria de Mallorca, Miquel Caldentey, revela que la propuesta de ampliación de horario que su gerencia trasladará al Servei de Salut será abrir hasta las ocho de la tarde de lunes a jueves y mantener el actual horario los viernes, de ocho de la mañana a tres de la tarde. Así, habida cuenta de que en estos momentos los centros de salud cierran a las cinco y media de la tarde, con el nuevo horario planteado se ganarían tan solo 10 horas semanales, 2,5 horas más de lunes a jueves.
El director general del IB-Salut recordó que, además, tienen un mandato del Parlament para llevar a cabo esta ampliación de horario, que estimó que podrá estar en marcha antes de que acabe el año. Para ello, reiteró que no es necesario llegar a acuerdos con los representantes sindicales, pese a la opinión de estos últimos que recalcan que cualquier cambio de horario de los empleados públicos debe ser negociado en mesa sectorial.
"Los servicios jurídicos del IB-Salut me han trasladado que, para implantar esta ampliación de horarios, no es necesario alcanzar un acuerdo con los agentes sociales sino tan solo negociarlo en mesa sectorial sin la obligatoriedad de alcanzar un acuerdo. De otra manera los sindicatos podrían bloquear la acción del Govern", interpretó.
Fuster acabó preguntándose si todo este revuelo montado con los nuevos horarios de los centros de salud se habría desatado si no estuviera de por medio el conflicto por el impago de la carrera profesional.
"Se está magnificando el problema y creo que esto es un error. Porque una cosa es la carrera profesional, que es un reconocimiento al derecho que tienen todos los trabajadores sanitarios, y otra ampliar el horario de los centros de salud para garantizar una mayor accesibilidad a la población. Sinceramente, creo que, como se diría en buen mallorquín, se están mezclando ous i caragols", concluyó.
Miguel Ángel Romero, de UGT, reiteró que esta ampliación de horario carecerá del respaldo de los trabajadores si lo que se pretende es "desvestir a un santo para vestir a otro. Tendrán que contratar al personal necesario para dar una asistencia de calidad y dar tiempo a la gente para que se organice antes de que se les modifique el horario. No creo que puedan implantar esta medida antes de navidades", estimó el sindicalista antes de sugerir que se abra un debate serio y amplio con profesionales y usuarios para decidir cuál debe ser el horario más adecuado en el nivel asistencial que es la puerta de entrada a la sanidad pública.
