El nuevo impuesto turístico que el Govern pretende aplicar gusta muy poco a la mayoría de las organizaciones empresariales vinculadas al sector, pero en el caso de que su implantación se plantee como inevitable, lo que éstas van a exigir es que los fondos recaudados se utilicen para hacer frente a los problemas más básicos para esta actividad, como la rehabilitación de las zonas maduras, la implantación de refuerzos policiales para mejorar la seguridad, o el correcto mantenimiento de la red de depuración para evitar vertidos, según destacan los representantes de patronales consultados. Todas estas propuestas van a ser presentadas a la directora general de Turismo, Pilar Carbonell, durante las rondas de contactos entre ambas partes que se van a mantener durante los días de hoy y del próximo martes.
Durante la reciente celebración del Foro Turismo+ en el Club Diario de Mallorca, la presidenta del Ejecutivo autonómico, Francina Armengol, se comprometió a buscar el máximo consenso a la hora de buscar un destino a lo recaudado a través del Impuesto de Turismo Sostenible, con el que se pretende obtener entre 0,25 céntimos y dos euros por visitante y día. Para recoger esas propuestas, hoy se celebrará la primera reunión, a la que han sido invitados los representantes de la asociación balear de agencias de viajes (Aviba), de la de salas de fiestas, de la Confederación Balear de Comercio, de la asociación de grandes empresas comerciales (Anged), del Grup MC (alquileres turísticos) y de la asociación del comercio turístico Acotur. El próximo martes se celebrará un encuentro similar, en esta ocasión con la federación hotelera de Mallorca, la asociación de restauración de la isla, los agroturismos, la asociación de empresas de actividades marítimas (Apeam), la asociación de alquiler de apartamentos Aptur-Balears, la patronal de alquiler de vehículos (Aevab), Afedeco (comercio), Ports de Balears, la asociaciones de distribuidores de alimentos, el Fomento de Turismo y los guías turísticos.
En la mayoría de los casos, los representantes empresariales plantearán a Pilar Carbonell su rechazo al citado tributo, tal y como destacan los presidentes del Fomento, de los distribuidores, y de Aviba, Eduardo Gamero, Bartolomé Servera y Antoni Abrines respectivamente, por citar algunos ejemplos. Además, no se oculta una especial preocupación ante la forma en que se aplicará este impuesto en el caso de los cruceros, según subraya el presidente de Restauración-Mallorca, Alfonso Robledo, por no disponer de experiencias previas en esta materia.
"Maquinaria bien engrasada"
Pero en el caso de que el Govern mantenga su pretensión de implantar este tributo, la reivindicación es unánime: bajo ningún concepto la recaudación debe de ir a parar a la "caja común" de la Comunitat Autònoma, sino utilizarse para atender las necesidades más básicas del sector o, en palabras del presidente de salas de fiestas, Jesús Sánchez, a "mantener la maquinaria turística bien engrasada".
Los ejemplos que se señalan son la de financiar las horas extras de los agentes para intensificar la vigilancia policial en algunas zonas durante la noche, en mejorar las zonas maduras, o en mantener en buenas condiciones el sistema de tratamiento de aguas para evitar el cierre de playas durante algunos días como sucedió durante el pasado verano. "Lo que no entenderíamos es que el dinero se utilizara para comprar fincas, porque hay otras prioridades", según destaca Sánchez.
Abrines presentará además una propuesta para recuperar el intercambio de turistas de la tercera edad entre islas durante los meses de invierno, para impulsar también la desestacionalización.
