La pelota está en el tejado del Govern, aseguraron ayer los sindicatos sanitarios, que amenazaron con una huelga en la sanidad pública balear si antes del próximo 15 de noviembre el Ejecutivo autónomo no se aviene a negociar una salida al conflicto generado con la anulación de los complementos de la carrrera profesional.

Y la fecha elegida para la huelga, que no descartaron que sea indefinida o que se alargue durante varios días, levantará resquemores entre la clase política: la semana inmediatamente anterior a las próximas elecciones generales convocadas el 20 de diciembre. Miguel Lázaro, del Sindicato Médico, ironizó con que tanto Pedro Sánchez como Ramon Socías, candidato socialista a la presidencia del Gobierno y cabeza de lista del PSIB-PSOE al Congreso, respectivamente, "deben estar eufóricos" con este anuncio.

El director general del IB-Salut, Juli Fuster, recordó a los sindicatos que apenas llevan tres meses trabajando y les reclamó "un poco más de tiempo y oxígeno. Que se sienten a hablar con nosotros. Seguimos pensando que la carrera profesional es un derecho y entendemos el esfuerzo que han hecho durante la crisis, pero los objetivos de déficit marcados por Madrid unidos a la deficiente financiación de las islas nos impiden poder afrontar cualquier mejora en este sentido que, no lo olvidemos, deberá trasladarse también a Educación y Servicios Generales. En estos momentos podemos ofrecerles una mayor estabilidad con una Oferta Pública de Empleo (OPE), pero la carrera profesional deberá esperar hasta 2017 cuando dispondremos de más liquidez", prometió.

Mientras tanto, las fuerzas sindicales continuarán con su calendario de movilizaciones en el que ya han convocado concentraciones el miércoles 28 de octubre, ante el IB-Salut, el jueves 29, ante la conselleria de Hacienda, y el viernes 30 ante el Consolat, acción que repetirán todos los viernes hasta el 18 de diciembre, último día de la campaña previo a la jornada de reflexión.

Así lo anunciaron ayer unos beligerantes representantes sindicales de Sanidad que reiteraron que el Govern ha ignorado una "generosa oferta" que ahorraría más de once millones de euros a las arcas públicas.

Con la abstención de Podemos

Asimismo, haciendo balance de las rondas de contactos mantenidas con los partidos políticos, concluyeron con que cuentan con ventaja de 25 (los del PP sumados a los de Ciudadanos y El Pi) frente a los 24 diputados de PSOE y Més a la espera de lo que se decida en los consejos ciudadanos de Podemos, formación a la que pidieron que sea coherente con su programa y que no cargue en los hombros de los empleados públicos el déficit de financiación de la sanidad balear.

"Nos bastaría con su abstención en cualquiera de las dos proposiciones no de ley que presentará El Pi", precisó Lázaro, que añadió que "sabremos corresponderles" en caso de que ese apoyo se haga realidad. Preguntado si eso significaba que pedirán el voto para los podemitas, el representante de los médicos se apresuró a matizar que "el voto es como el cepillo de dientes, no se comparte". "Bailaremos una conga con ellos", salió con el capote Xisca Barceló, de los auxiliares de enfermería.

También recibió Més. Manel G. Beneyto, de CC OO, recriminó duramente la actitud de su diputada Margalida Capellà, de la que reveló que en la reunión que mantuvo esa formación con los representantes sindicales sanitarios, "se reía de todas nuestras propuestas. Si piensan que apoyando la postura del PSOE van a obtener un rédito político en las próximas generales, están muy equivocados", interpretó el sindicalista antes de reclamar a los representantes de Més que "se rían de sus propias miserias, que son muchas. Exigiremos que a una próxima reunión acuda el vicepresidente Barceló, que probablemente será un interlocutor de mayor nivel que los que nos han enviado hasta ahora".