­¿Preguntará finalmente Xelo Huertas hoy en el pleno a Francina Armengol, o renunciará in extremis a ello para zanjar la polémica? La presidenta del Parlament y cargo destacado de Podemos continuó ayer sin desvelar la incógnita que propició el pasado miércoles. Ni siquiera a su partido, cuya ´ejecutiva´ debatió hasta pasadas las 23 horas sobre el asunto, y secundó que Huertas interpele a la presidenta del Govern, pero a la vez le dio un toque de atención. Al cierre de edición de este diario, el acuerdo no había podido ser comunicado a Huertas, que no acudió a la reunión, por lo que el desenlace seguía en interrogante.

Por la mañana, el secretario general de Podemos, Alberto Jarabo, en declaraciones a la cadena Ser solo pudo decir que su correligionaria seguía "reflexionando". Es la palabra elegida por la presidenta para ganar tiempo y rehuir presiones desde que el miércoles conoció la fuerte oposición a sus planes. Ese día Huertas registró una pregunta de control para formular a Armengol. Quiere saber cuándo y cómo el nuevo Govern (al que su formación sostiene) piensa devolver a los funcionarios los complementos salariales y demás derechos que el Gobierno de Mariano Rajoy les recortó en 2012. En privado, la presidenta del Parlament ha defendido su condición de funcionaria municipal, y la importancia de este asunto para su colectivo.

La de Huertas es una iniciativa que no prohíbe el reglamento de la Cámara autonómica, pero que al ser insólita de inmediato generó mucho revuelo. Nunca ha ocurrido que el presidente del poder legislativo fiscalice al del ejecutivo.

Desde PSOE y Més empezaron a llover críticas a Huertas, acusándole de primar su afán de protagonismo a la neutralidad que exige su cargo institucional. El deseo de la presidenta de un cuerpo a cuerpo con Armengol tampoco gustó a otros partidos, como los centristas de El Pi. En las filas del PP también consideran que el hecho de preguntar es inapropiado, si bien a los populares no les va mal que esta mañana tenga lugar la escena; una vez más podrán sacar punta a la fuerte crisis de desconfianza entre los partidos en el poder.

Lo más llamativo del enésimo incidente entre PSOE, Podemos y Més han sido las discrepancias que Huertas ha provocado en el seno de su partido. El propio Jarabo no dudó en desmarcarse de su compañera, afirmando que sería necesario que ésta preservara su "imparcialidad".

El consejo ciudadano -máximo órgano de gobierno de Podemos- dio ayer noche el plácet a que Huertas pregunte cuando quiera a Armengol. Sin embargo, le pide que en las próximas ocasiones se interese por cuestiones de "mayor preocupación social".

Al no ir al consejo, se desconoce qué hará hoy Huertas. Si pese a tener el respaldo de Podemos, desiste de hacer la pregunta, solo cabe que la retire a primera hora del registro, o in voce, ya con la sesión de control al Govern en marcha. La presidenta ha mantenido su pulso, y haga lo que haga finalmente, todos han tomado nota.