Tras el fiasco del TIL, la conselleria de Educación aprobará una nueva normativa de enseñanza de lenguas en las escuelas, que, como ya han dicho varias veces los actuales responsables, partirá del Decret de Mínims (garantizará una presencia del catalán en el 50% del horario) y dará autonomía y margen de maniobra a los centros para hacer sus proyectos lingüísticos en base a su contexto sociocultural y a los niveles de competencia lingüística de sus estudiantes. Mientras se redacta esa nueva normativa, Educación ha introducido una disposición en su propuesta de currículums LOMCE para que los centros que actualmente estén impartiendo asignaturas en inglés (antes del TIL muchos centros así lo hacían gracias a programas como el de las Secciones Europeas), tengan cobertura legal para seguir haciéndolo. En esos currículums, Educación propone reducir una hora a la semana las clases de Inglés en la etapa de Secundaria, pero a la vez quiere que se hagan en grupos reducidos de no más de 15 alumnos. Se compromete a contratar a los profesores necesarios para hacer desdoblamientos cuando se requiera. El Pi tiene planeado preguntar hoy en el Parlament al conseller de Educación, Martí March, precisamente por este tema. Jaume Font, diputado de Proposta per les Illes, aboga por "seguir hablando de cómo implantar el inglés como tercera lengua vehicular en el sistema educativo" y consensuar un modelo.
