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Economía

Los hoteles gastan más en un año que el Gobierno en diez

En el último año las obras de construcción de establecimientos movieron 400 millones, que se traducen en empleo en la construcción

En Mallorca los hoteleros cortan más cintas de obra: en la imagen, Carmen y Luis Riu.

La razón fundamental que explica la disparidad entre lo que se invierte en Balears y las cantidades mucho más rumbosas que llegan al resto de las autonomías responde al nombre de AVE. El tren de alta velocidad ha ejercido durante las últimas dos décadas de catalizador económico en la península. Pero no en Balears, que se ve así privada del dinamismo laboral que implica la inyección de miles de millones de euros públicos cada año, con los que se pagan vías, sí, pero también empleos. Miles de empleos. Balears, privada de un tren que obviamente no necesita, pierde por el camino también el trabajo que genera la obra pública. Con AVE y sin él, que también es cierto que, si se excluye el desembolso del Gobierno central en AVE del cálculo, Balears sigue quedando a la cola de inversión del Estado. Solo los puertos y aeropuertos atraen un pellizco de las decenas de miles de millones que cada año riegan el resto de las autonomías. La repercusión económica se ve en la evolución del PIB balear, que cada vez depende más de un solo pilar: el turismo.

Y no solo por los turistas. También por las inversiones. A falta de euros públicos del Estado en obras que las islas igualmente necesitan (Balears lleva años esperando la llegada de casi cien millones de euros para construir depuradoras de agua y reparar las existentes, que en algunos casos están al límite), el principal y casi único estímulo para otros sectores es precisamente el propio turismo. Un ejemplo perfecto se vio el último año. Según datos del informe de impacto turístico que elaboran el Govern balear y el lobby sectorial Exceltur, el año pasado los hoteleros de las islas invirtieron en obras de construcción y reforma de hoteles 400 millones de euros. Y eso es más dinero para la construcción en un año del que el Gobierno central dedica a obras públicas en las islas en diez años. De hecho, entre 2009 y junio de 2015 el Gobierno del Estado ha dedicado a obras ejecutadas en las islas 206 millones de euros, unos 30 al año (faltan por computar los convenios de inversión, de los que no hay detalle en la Intervención del Estado). A ese ritmo harían falta exactamente 13 ejercicios para que el Estado promoviese las mismas obras que pagaron los hoteleros en 2014.

Solo un motor: el privado

De ese modo, el motor inversor, a diferencia de otras autonomías, es casi exclusivamente privado, con el Estado en retirada de unas islas que cada vez reciben menos. De ahí la insistencia de la sociedad balear, con los hoteleros a la cabeza, en la necesidad de reformar el sistema de financiación autonómica, para acabar con el evidente desequilibrio que implica que la isla que más aporta al sistema con el que se pagan los servicios públicos autonómicos y estatales viva casi exclusivamente de inversiones privadas, a falta de acción pública estatal.

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