El afán de algunos cargos de Podemos por fiscalizar la acción del nuevo Govern ahondó ayer en la crisis de desconfianza que sacude al Pacto. La presidenta del Parlament, la podemista Xelo Huertas, ha pedido interpelar a la presidenta del Govern, Francina Armengol, en el pleno del próximo martes. Aunque el reglamento no lo prohíbe, se trata de una iniciativa insólita en la historia de la Cámara autonómica, que nada más saberse levantó ampollas en el PSOE, y también generó sorpresa e incredulidad en las filas de Més, el PP y El Pi.

Huertas registró ayer esta pregunta

Huertas registró ayer esta pregunta para formular oralmente en la sesión de la semana que viene: "¿Qué medidas tiene previstas el Govern de las Illes Balears para retornar a sus trabajadores los derechos que les fueron recortados en aplicación del real decreto-ley 20/2012, de 13 de julio, de medidas para garantizar la estabilidad presupuestaria y de fomento de la competitividad y demás normativa implementada durante los tres últimos años por los gobiernos del Partido Popular?".

Más que en el contenido, la polémica radica en si resulta estético que con el cargo institucional que ocupa, Huertas utilice el turno de control al Govern, propio de la oposición. Ante esta iniciativa, Podemos se vio ayer obligado a tener que retirar varias preguntas y volver a registrarlas con una nueva redacción, ya que el reglamento solo permite una pregunta al presidente del Govern por cada grupo parlamentario, y Podemos ya había formulado otra a Armengol de su portavoz, Laura Camargo.

Nada más conocerse las intenciones de la presidenta del Parlament, los socialistas se movilizaron para impedir que finalmente se produzca la escena de Huertas interpelando a Armengol desde un escaño (la primera tendría que bajar de la tribuna y ocupar un asiento normal de diputado).

Pons intentó mediar

Sobre la una del mediodía, el conseller de Presidencia, Marc Pons (PSOE), departió varios minutos con Huertas, tratando de convencerla para que desistiera. El asunto volvió a tratarse después durante la junta de portavoces, con miembros de todos los partidos. Y previamente, en la Mesa del Parlament los representantes de PSOE y Més ya habían mostrado su disconformidad a Huertas.

Tras la controversia suscitada, Huertas se comprometió a "hacer una reflexión", pero de momento la pregunta se mantiene en el orden del día. "Yo soy funcionaria y estoy muy motivada con este tema", justificó de puertas para adentro la presidenta su deseo de preguntar sobre la devolución de derechos y complementos salariales a los empleados públicos. Huertas ejercía como sindicalista de UGT en el Ayuntamiento de Marratxí, y continuó en el cargo cuando ya fue nombrada presidenta, en contra de los estatutos de la organización.

"Podemos ha llegado para dar una dinámica diferente" a la vida parlamentaria, defendió Camargo la iniciativa de su correligionaria. Según la portavoz de Podemos, la presidenta consultó previamente a su grupo su deseo de preguntar a Armengol, "y nos pareció normal y positivo".

La versión de Camargo se contradice totalmente con los papeles: Cuando registró su pregunta, a las 9,21 horas de ayer, Huertas la dirigió "al conseller correspondiente". A las 9,57 la presidenta entró otro escrito rectificando al primero, en el que indicaba que la pregunta "va dirigida a la Muy Honorable presidenta del Govern". Y finalmente, a las 10,41 horas registró un tercer escrito en el que reformulaba la redacción, volviendo a señalar a Armengol como la interpelada. De esta secuencia se deduce que Xelo Huertas -u otro cargo de Podemos- varió el plan por el camino.

Cabe señalar que Huertas mantiene una tensa relación con Armengol desde que la primera abandonó el PSOE por las discrepancias que mantenía con la dirección de su entonces partido. Para la portavoz socialista, Pilar Costa, "no es lo más adecuado que la figura institucional de la presidenta del Parlament deje su lugar para formular una pregunta de control al gobierno al que su partido da apoyo".

"Es una tema inédito, [esta legislatura] vamos a ver cosas muy gordas. Es un capítulo más de este 'corralito' que Podemos hace al Govern", declaró la portavoz del PP, Marga Prohens.

Por otro lado, trascendió que el líder de El Pi, Jaume Font, apercibió a Huertas en la reunión de portavoces la necesidad de mantener su imparcialidad, y la inconveniencia de seguir adelante con su plan el martes que viene.

"La última palabra la tiene ella", dejó claro Camargo la autonomía de Huertas en este asunto, al tiempo que dejaba en el aire cuál será el desenlace de este nuevo frente en la izquierda.