­Ni el rey Felipe VI, ni su padre, Juan Carlos I, tendrán que declarar finalmente como testigos en el juicio de la trama Nóos que se iniciará a principios del próximo año en Palma. Una vista oral quese prolongará hasta julio. El tribunal ha realizado una criba de la lista de testigos que habían propuesto las acusaciones, pero sobre todo las defensas. Aún así, se ha aceptado la comparecencia de 363 testigos y de 20 peritos.

Había sido el abogado González Peeters, defensor de Diego Torres, el que había mostrado interés en que desfilaran por el tribunal los dos monarcas, así como Corina, la amiga del Rey Juan Carlos, que había asistido como invitada a uno de los encuentros turísticos que había organizado el instituto Nóos. La Sala rechaza esta prueba, porque entiende que su testimonio no es trascendental para el esclarecimiento de los hechos.

Todo indica que durante el desarrollo de la vista la prueba se dividirá en tres grandes temas, como son los foros turísticos de Balears, de Valencia y la candidatura de Madrid 16. Por ello, el tribunal escuchará los testimonios de personas que intervinieron en estas diferentes fases de la trama económica.

La mayoría de testigos que la Sala ha aceptado forma parte de la larga lista que propuso el fiscal Anticorrupción, Pedro Horrach. Así, por ejemplo, declarará el que fue ministro de economía, Rodrigo Rato, que mantuvo una negociación con Iñaki Urdangarin. También tendrán que comparecer ante los tres magistrados destacados políticos del Partido Popular. Se cita, por ejemplo, a Francisco Camps, expresidente de la Comunidad Valenciana, así como a la exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá. Ambos ya declararon en su momento. También se acepta la comparecencia de otra exalcaldesa, en este caso de Madrid, como es Ana Botella, que tendrá que aportar datos sobre la candidatura olímpica de la capital. Otro destacado político nacional del Partido Popular como es Alberto Ruiz Gallardón, antiguo alcalde Madrid y posterior ministro de Justicia, también será interrogado. En este caso ha sido el sindicato Manos Limpias quien ha pedido su presencia.

El tribunal, asimismo, escuchará la versión de dos antiguos altos cargos de la Zarzuela, como son Alberto Aza y Fernando de Almansa. Ambos podrán aclarar cúales fueron las informaciones que manejó el Rey Juan Carlos con respecto a los negocios que encabezaba su yerno, Iñaki Urdangarin, y que le llevó a ordenarle que se apartara de las actividades del instituto Nóos.

Sobre este asunto será importante la declaración que realizará José Manuel Romero, el conde de Fontao, que fue el asesor de la Casa Real que utilizó el monarca Juan Carlos para comunicarle a Urdangarin que abandonara esta actividad comercial.

Otra de las personas que también conoce bien el interior de la Zarzuela y que tendrá que declarar como testigo es Carlos García Revenga, el exsecretario de las infantas, que formó parte del comité de dirección del instituto Nóos. Este alto cargo de la institución llegó a ser imputado y tuvo que declarar. Sin embargo, finalmente el juez le apartó de la causa. Aún así tendrá que explicar su intervención en estas sospechosas actividades.

Entre los políticos citados también destaca la exconsellera catalana Marina Geli.