-¿Por qué impulsar el máster Arquitectura, sostenibilidad y eficiencia energética?
-Desde el colegio estamos interesados en potenciar la sostenibilidad, queremos posicionarlos y dar la mejor formación posible a nuestros técnicos. Tenemos una cierta ´responsabilidad´ en todo el crecimiento urbanístico que ha habido, que se hizo con unas determinadas exigencias de ahorro energético que ahora van a más. Vivimos en un periodo de poco crecimiento y tenemos un parque edificado que consume mucho y es poco sostenible, en una coyuntura energética que nos pide ir a hacia una mayor eficiencia.
-¿Hay interés entre los arquitectos de Balears?
- Por lo que hemos visto, sí. Los arquitectos tenemos una formación más basada en lo que necesitamos que en los títulos, con lo que enfocamos esta formación a un técnico ya bastante formado e interesado; no a recién salidos de la universidad sino a profesionales con unos cuantos años de experiencia. Y para ellos, optamos por el máster de la UPC y lo adaptamos a nuestras necesidades. Explicaremos qué herramientas hay para hacer edificios sostenibles.
-¿No se enseñan estas herramientas en la carrera?
- No. Quizás te enseñan los conocimientos básicos (qué es el efecto invernadero; cómo orientar una casa...) pero no vamos a entrar ya en eso, vamos a partir de las herramientas actuales que pueden usar para diseñar proyectos más eficientes, enseñándoles a calcular cuánto supone de ahorro energético tomar una determinada medida. A afilar más para llegar a la máxima eficiencia.
-¿Tanto en obra nueva como en edificios ya construidos?
- Exacto. Nos interesa mucho la rehabilitación energética. Y abrir los campos profesionales. Aparecen figuras nuevas del arquitecto: el que da criterios de renovación de edificios; el asesor energético; el mantenedor; el certificador... Podrían intervenir en muchos aspectos. Hay empresas que cogen un edificio y le dicen a la propiedad: "Por este dinero, yo me encargo de tus facturas de energía durante ´x´ años, eso sí, me dejas intervenir para mejorar el consumo y lo que sea capaz de ahorrar es beneficio para mí".
-¿Los clientes piden edificios sostenibles?
- Hay un tema normativo y cada reforma importante sí o sí ha de cumplir ese nivel de exigencia. Hace diez años hicimos la primera jornada de edificación sostenible en Balears y la gente aún no sabía muy bien qué significaba. Ahora sí se sabe y se demanda. El arquitecto tiene los conocimientos básicos, pero ahora toca afilar y ser más concretos. Hay arquitectos que no saben qué calificación energética tendrá su proyecto porque no saben cuánto ahorran con una decisión o con otra. Nosotros queremos que durante el proceso de diseño ya sepan calcular el ahorro, y no solo en la construcción, también en los usos: hay que dar pautas de gestión para que los edificios se usen eficientemente. Es como conducir un coche.
-¿Qué países son referentes?
- Los del norte de Europa. Pero no podemos tratar de importar sus criterios de sostenibilidad de allí, no funcionará, son diferente clima y usos. Aún está por estudiar qué criterios hay que seguir aquí y eso es una de las conclusiones que nos gustaría obtener en el máster. ¿Cuál es el máximo nivel de sostenibilidad que puede tener un hotel? No lo sabemos, queremos que nuestros alumnos lo estudien. ¿Y los edificios públicos? En unos años van a tener que cumplir con una exigencia altísima y va a haber que adaptarlos, si sabemos qué criterios aplicar podemos intervenir de manera coherente. En vivienda igual. Hemos colaborado ya con el IBAVI y queremos llevar ese trabajo hasta el final. Colaboraremos con representantes de los diferentes sectores, con las empresas y la industria. También queremos hacer investigación y que no se pierdan las innovaciones, recopilarlas. No hay un postgrado con objetivos así en Balears.
-¿Cuánto ahorro pueden llegar a suponer estas medidas?
- Si cogemos un edificio tipo construido en los 60, muy ineficiente, y lo adaptamos a criterios de sostenibilidad podemos reducir hasta un 70% el consumo. Un edificio nuevo puede suponer un ahorro de hasta el 85%.
- Orientación, aislamiento... ser sostenible es mucho más que poner una placa solar en el tejado.
- Incluso podría suceder que en tu caso no sea sostenible poner una panel. Si gastas un determinado dinero en comprar e instalar un panel pero luego tu consumo es mínimo, igual te conviene más cambiar los vidrios, por ejemplo.
- ¿El sector hotelero está por la labor?
- No les conviene tener edificios que consumen mucho, fueron de los primeros en tener placas solares y no porque les obligaran, sino porque les sale rentable. Igual las grandes cadenas ya tienen asesores, pero hay mucho hotel pequeño que no y cuando hacen reformas, además de dejarlo bonito, por rentabilidad les interesaría mucho hacerlo sostenible. Además, puede servir como reclamo. Hay mucho de moda, pero también hay gente realmente interesada en que su turismo no genere un problema ecológico.
- ¿Y las grandes estrellas apuestan por la sostenibilidad en sus edificios singulares?
- Ahora hay mucha moda sobre esto y mucho humo verde. Y aún no hay manera de saber si lo que te venden como ecológico lo es realmente. Eso lo verás con el certificado de eficiencia energéticas. Los que demandan edificios con imágenes potentes para atraer turismo seguramente no están tan interesados en la sostenibilidad.
- A partir de aquí le pregunto por su opinión personal y no en representación del colegio. Venimos de unos años muy difíciles para los arquitectos, ¿cómo ha sobrevivido su generación?
- Partimos de un concepto de arquitecto muy humanista, que lo sabe todo y controla todo el proceso. Con una casita eso puede seguir siendo algo asumible, pero ahora todo es mucho más complicado, en cuanto a normativa, exigencias de confort... Creo que es necesario elegir una parcela y especializarse.
- ¿Aún puede consumirse más territorio en la isla?
- En mi opinión, ahora no hay necesidad de consumir territorio. Tenemos un parque de edificios vacíos importante, quizás sea mejor centrarnos en adaptar los edificios a los usos actuales. También se puede aprovechar que se está construyendo muy poco y puede ser el momento para pararse y reflexionar y trabajar para mejorar lo que está construido.
- Ha ganado premios como el Guillem Sagrera de Arquitectura y concursos como el del centro de interpretación del casco antiguo. ¿Cómo cree que está evolucionando Palma a nivel arquitectónico?
- Desde mi punto de vista, todo está parado ahora y eso puede ser bueno: nos obliga a pensar. Cuando hay mucho trabajo construimos sin pensar, ahora hay que aprovechar, ordenar la casa y dar respuesta a cuestiones como la de la sostenibilidad, y reflexionar, por ejemplo: ¿era necesario el centro del casco antiguo allí donde está? Los turistas llegan y colapsan todas las entradas en los parkings o desembarcan en el Moll Vell: ¿ésa es la entrada de Palma qué queremos? Aprovechemos para pensar.
„ ¿Qué opina del Palacio de Congresos, la gran obra de Palma de los últimos años?
„ Mi opinión es que no tengo opinión, me falta información. El turismo de congresos hace unos años parecía la panacea, ¿lo sigue siendo? Mi duda es si tanto dinero va a generar el Palacio, si no había otro sitio mejor... pero si hay empresas interesadas supongo que sí.
„ ¿Qué haría con Gesa?
„ Creo que es un edificio obsoleto, que hay que poner al día, pero que debe conservarse. Es de una tipología que puede albergar muchísimos usos.
