La Fundación Impulsa, creada a finales de la pasada legislatura por la patronal Caeb y por el Govern, lleva más de tres meses con su presidencia vacante ante la negativa por ahora de aceptar este cargo que mantiene Francina Armengol, a la que corresponde el puesto. Desde el Ejecutivo balear se alega que se sigue debatiendo si mantiene su presencia en esta entidad, a lo que se oponen sindicatos y la patronal Pimem por no haber sido incluidos en su constitución.
La Fundación Impulsa fue creada el pasado marzo como un foro de estudio y debate cuyo objetivo es mejorar la competitividad de la economía isleña, y para ello se puso al frente de la misma al que también fuera director del Centre de Recerca Econòmica i Social (CRE) de Sa Nostra y la Universitat, Antoni Riera. Sin embargo, su diseñó fue duramente criticado, por cuando entre sus patronos solo se aceptó la presencia del Govern, de la Caeb, de la federación hotelera de Mallorca, y de empresas con sede en las islas previo abono de 12.000 euros. Eso supone dejar fuera a grandes empresas pero con sede en la península, a las pequeñas que no pueden afrontar ese desembolso económico, a la patronal Pimem y a los sindicatos.
La presidencia de Impulsa debía de recaer sobre la de la persona que está al frente del Govern, en este caso Francina Armengol, pero ésta aún no ha aceptado ese cargo.
Además, en su momento se anunció que a la veintena de patronos con que contaba durante su constitución se unirían otros empresarios, pero la lista no se ha visto modificada desde entonces, manteniendo un elevado peso de los sectores hoteleros y de la sanidad privada.
Tampoco ha trascendido el trabajo realizado por la fundación durante el último medio año, aunque Riera ha comparecido en la Caeb para exponerlo.
