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Entrevistas

Miquel Ensenyat: "Si el Pacto para el Govern se rompiera, haría lo imposible por salvarlo en el Consell"

"La importación de basuras era una de las opciones y es la que eligió el PP. Tirme no se ha cerrado a alternativas". B. Ramon

-¿Cómo definiría sus primeros cien días como presidente del Consell?

-Han sido unos días intensos y productivos. El Consell era un león dormido con un potencial brutal, solo con las competencias que ya tiene. Se trata de aprovechar este potencial y despertar a este león. Es decir, lo contrario de lo que decía María Salom en la pasada legislatura, cuando defendía que había que adelgazarlo, convertir al león en un gatito.

-En menos de tres meses ya ha sido noticia nacional por decir que nos sale muy caro estar en España y meter por el medio a los extremeños.

-Sí, me he hecho famoso.

-¿Tristemente famoso?

-O no. Estás cosas nunca se saben. Hablaba de las dificultades de financiación de Balears, de que estemos por debajo de la media en gasto sanitario, educativo, inversión estatal... Si denuncio esta situación y terminan enfadados los agricultores de Extremadura, o bien es que alguien ha sacado de contexto mis palabras o que yo no me expresé con los términos adecuados. En este sentido, pedí disculpas a los agricultores extremeños, pero también señalé públicamente que me gustaría que alguien pidiera disculpas a los nuestros. A nuestros agricultores, a la gente que está en lista de espera en la sanidad o a los que usan carreteras en mal estado porque no hay inversión para mantenerlos. Todo lo que tenemos en Mallorca lo hemos pagado los mallorquines y todo lo hemos hecho con cargo a la deuda, hasta llegar a un momento en el que las instituciones de Balears son las más endeudadas del Estado y la deuda ya no da más de sí. O se mejora la financiación o aquí no va a ser posible prestar los servicios básicos.

-¿Cómo estan las arcas del Consell?

-Estamos preparando los presupuestos. Precisamente al Consell le afecta mucho la financiación de la Comunidad Autónoma, porque tiene un efecto dominó sobre las instituciones insulares y los ayuntamientos, lo que se traduce en los servicios que prestamos a los ciudadanos. Cuando reclamamos financiación lo que estamos exigiendo es una mejora de los servicios públicos que ofrecemos. El otro día estuve en la residencia de la Bonanova y es una vergüenza cómo tenemos a nuestros mayores, en unas instalaciones obsoletas de hace más de cuarenta años. Se necesita urgentemente una inversión. Podría decirle lo mismo de todos los recursos de Mallorca.

-¿A cuánto ascenderán los presupuestos de la institución para el próximo año?

-Hay un incremento previsto de recaudación en la Comunidad Autónoma, por lo que habrá un aumento en los presupuestos del Consell, aunque aún se están cerrando por lo que no le puedo decir la cifra. La legislatura pasada empezó con una situación en la que todos debían dinero a todos. Entonces se hizo formalizar un crédito para pagar a los proveedores, lo que por un lado te incrementa la deuda, pero a la vez te provoca tesorería. Por eso tenemos una situación en donde hay tesorería, pero la realidad es la que es.

-¿Y cuál es?

-Por ejemplo, sobre los famosos 120 millones que decía María Salom que nos había dejado, yo le preguntaba debajo de qué baldosa los puso, para evitarnos dejar el Consell como un queso gruyère buscándolos. Esos 120 millones están todos comprometidos. Hay tesorería, sí, pero no hubo ningún milagro financiero que no pudiera haber hecho cualquier administración gobernada aunque fuera por un mono tocando platillos.

-¿Se han encontrado, como ha ocurrido con el Govern, con falta de presupuesto para acabar el año en determinadas partidas?

-En algunas, sí. Por ejemplo, en el Teatro Principal hay un agujero de más de 700.000 euros. Al presupuestar, si fallan los ingresos previstos se provoca un agujero y eso es lo que ha ocurrido. Por ejemplo, con las prestaciones básicas ha sido necesario vaciar otras partidas para cubrirlo, porque es prioritario.

-¿Hasta dónde se podrá cumplir el próximo año los acuerdos de gobernabilidad entre PSOE, Podemos y Més en el Consell?

-Evidentemente el año que viene no tendremos todavía los presupuestos que deseamos. Será el año para arrancar y 2016, el de empezar a conseguir resultados. Las prioridades son servicios sociales, que supone un tercio del Consell, participación, las competencias que tenemos. En carreteras estará la modificación y ejecución del convenio viario, olvidándonos de macroinfraestructuras carísimas que consumen una enorme cantidad de territorio, además de dinero. Nos centraremos en mejorar la red existente.

-¿Cuándo pagará el Govern al Consell lo que le debe?

-Debe desde hace años 125 millones y tenemos el compromiso de que esa deuda se liquidará. Se incluirán en los presupuestos de la Comunidad autónoma como deuda, algo que no estaba. Se está negociando un calendario de devolución. Está claro que no nos lo van a devolver de golpe. Seguramente será a lo largo de la legislatura."La tasa de basuras seguirá congelada en 2016, pero sin alternativa a la importación no puedo garantizar que no suba"

-A Mallorca sigue llegando basura de otros países.

-Tiene los días contados. En diciembre es el plazo final. La administración pública tiene unos procedimientos y tiempos, lo que exige un expediente de derogación de las autorizaciones pendientes que ya se ha puesto en marcha. De todos modos, la importación de residuos se planteaba como la panacea a nivel económico y no lo ha sido. La tarifa se ha congelado, entre otras cosas, gracias a la importación de residuos de Menorca, no de la de otros países europeos. La diferencia entre importar o no desde el extranjero es de siete euros por tonelada. Hay muchas posibilidades sobre la mesa. Esta era una opción, pero hay otras que pueden ser medioambientalmente más sostenibles.

-¿Y la concesionaria Tirme estará de acuerdo?

-A Tirme le tienen que cuadrar las cuentas, evidentemente. Hizo una inversión multimillonaria en Son Reus y tiene que recuperarla. Si empezáramos de cero podíamos pensar en otro modelo, pero no ha sido así. Tirme genera un producto finalista, que es la energía eléctrica que se vende a la red, lo que disminuye los costes de la incineración. Se podría plantear el generar otro tipo de productos finalistas, como el biocombustible, que ayudarían también a bajar el coste del tratamiento por tonelada. Hay varias opciones y esta puede ser una. Se trata de buscar fórmulas que permitan que no se repercuta el coste sobre el ciudadano.

-¿Puede garantizar que no subirá la tasa de basuras al paralizar la importación de residuos?

-No, pero voy a luchar a muerte para que no suba. El año que viene seguirá congelada y sobre la mesa se plantearán todas las posibilidades. Por ejemplo, Menorca y Eivissa tienen un problema de tratamiento de residuos. Tendrán que gastar dinero en adaptar o hacer plantas de tratamiento. Una opción es llegar a acuerdos con Menorca y Eivissa, que no es lo mismo que traer la basura de Irlanda o Nápoles. Con esto, el recibo bajaría a la mitad. La intención, en lo que se refiere al recibo que pagan los ciudadanos, es mantenerlo congelado y si puede ser bajarlo. De todas formas, el Consell no factura directamente a los ciudadanos sino a los ayuntamientos, cuyos ciudadanos pagan distintas cantidades según el municipio en el que residan, porque algunos repercuten ahí la limpieza de calles y otras cosas. Pero es evidente que si paralizamos la importación de residuos sin alternativas, al final acabará pagando el ciudadano. Por lo tanto, estamos trabajando en este sentido. Tirme está por la labor, no se ha cerrado en banda en ningún momento. La importación de residuos es una de las opciones que había y es por la que optó el PP. No fue cabezonería de Tirme."El Plan Territorial partirá de la base de que en Mallorca hay suelo urbano para cubrir las necesidades en 20 años"

-¿Hasta donde llegará la paralización del crecimiento en el nuevo Plan Territorial?

-El suelo urbano que hay es suficiente para satisfacer las necesidades reales de vivienda para los ciudadanos de Mallorca para los próximos veinte años. Las necesidades especulativas son otras y estas no tienen límite, evidentemente. El Plan territorial existente ha caducado y la inmensa mayoría de los ayuntamientos no se ha adaptado. El nuevo se planteará de tal manera que la adjudicación de la redacción del Plan llevará implícita la adaptación de todos los ayuntamientos. La adjudicación se hará el próximo año. Habrá que buscar muchos consensos, porque esto trasciende a una legislatura. El objetivo es que al menos en esta legislatura se apruebe de manera inicial por lo menos.

-¿Al final qué fecha se elegirá para la Diada de Mallorca?

-Uno de los objetivos que me he planteado, que tiene y no tiene que ver con la Diada, es iniciar otra manera de gobernar la institución. En esto es clave el plan de participación, cuyo punto de partida será un diagnóstico de la realidad de todos los niveles que afectan a los que son las competencias del Consell y una proyección a corto, medio y largo plazo. Se trata de llegar a un consenso no sólo con los partidos que estan en el Consell, sino también implicando a la mayoría de los agentes sociales implicados en cada ámbito. Para mí este es el eje principal de la legislatura. La Diada se planteó dentro de ese plan de participación."El Consell no tendrá en 2016 aún los presupuestos que queremos en el Pacto. Será un año para arrancar"

-Usted apuesta por que coincida con Sant Antoni.

-Sí, pero me da igual. La cuestión es que tenemos una Diada que es una fiesta para funcionarios y políticos, limitada a actos muy institucionales. Los mallorquines no la sienten como tal. Lo primero es plantearse qué queremos que sea la Diada y partir de aquí buscar otra fecha más representativa. Lo que quiero es que no se tome la decisión unilateralmente en el Consell. Debería haber un proceso abierto, en el que se presenten propuestas y se hablen. Además, es una manera de ir trabajando en la cohesión de los mallorquines.

-¿A qué se refiere?

-Los mallorquines tenemos muchas cosas buenas pero una muy mala, que es que somos pocos y mal avenidos. Ha llegado el momento de pensar un poco más como colectivo, lo que significa más cohesión social y ser capaces como pueblo de pensar entre todos lo qué queremos ser, cómo nos financiaremos y cómo celebraremos. Uno de los principales problemas de Mallorca es que es una sociedad muy fragmentada. Deberíamos poner la mallorquinidad por encima de las ideologías.

-¿Es catalanista?

-Soy mallorquinista. Los catalanes ya se defienden muy bien ellos solitos. Y cuando hablo de ser mallorquín me refiero a que, como dicen en Extremadura, uno no es de donde nace sino de donde pace. O como decía Salvador Espriu, uno es de la tierra que lo enamora.

-¿Le ha gustado el resultado de las elecciones catalanas?

-Me lo esperaba. El problema catalán salió al día siguiente de que el Constitucional declarara el Estatut d´Autonomia inconstitucional, después de años de negociación. Ahora es el momento de poner alternativas encima de la mesa. Si la mitad de la sociedad catalana quiere ser independiente y la otra mitad no, ¿cómo se gestiona eso? Quizá una opción sería el federalismo, claro que entonces tendría que ser independiente porque un Estado no se puede federar con una provincia. Es complicado. Aquí lo que ha faltado sobre todo es diálogo. Rajoy ha demostrado que es incapaz de ser el presidente de todos los españoles.

-¿Usted es independentista?

-La realidad de Mallorca no tiene nada que ver con la de Cataluña. Sobre todo soy europeísta, pero no soy centralista. Siempre me he considerado nacionalista, en el sentido de que las cosas se gestionen desde aquí. En un Estado federal me sentiría cómodo, teniendo en cuenta que un Estado no se federa con una provincia. Por ejemplo, en un modelo como el de Alemania, en donde los estados no pueden aportar más del 5 por ciento de su PIB porque consideran que se podría en peligro su economía, estaría cómodo. En Mallorca aportamos el 14 por ciento a las arcas estatales según las cifras oficiales, es decir, sin tener en cuenta por ejemplo el IVA turístico.

-Las relaciones ente Podemos con el Govern del PSOE y Més son cada vez son más tensas, con Podemos recordando la posibilidad de ruptura.

-En diciembre hay elecciones generales y no se qué nos pasa a los políticos que nos ponemos muy nerviosos cuando hay elecciones. Creo que habrá un antes y un después de esos comicios.

-¿Las tensiones han llegado al Pacto en el Consell?

-En absoluto. Una cosa es el Govern, otra el Consell y otra el Parlament.

-¿Si se llegara a romper el Pacto en el Parlament, lo mantendría en el Consell?

-Por supuesto. Haría lo imposible por mantenerlo. Es un reto importante. La derecha está ahí detrás esperando a decir que no nos entendemos. Vamos a demostrar que sí nos entendemos. En el Consell no se han producido esas tensiones. Siempre hay problemas, lógicamente, porque somos personas, pero se resuelven hablando y a puerta cerrada. Yo siempre bromeo con que debajo del Consell hay un refugio antiaéreo, al que se entra por debajo de la escalera principal. Siempre digo que los conflictos se resuelven en el refugio antiaéreo y después, cuando salimos, ponemos buena cara. Lógicamente habrá conflictos, porque somos personas y eso es inevitable. Ahora bien, el gobierno insular lo forman tres partidos, pero somos un equipo.

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