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Educación

Curso de transición

Los directores perciben un ambiente más relajado en los centros tras los años de conflicto, aunque quedan aún temas pendientes como las ratios o el estado de las infraestructuras

Imagen del incio de este curso escolar. B. Ramon

El ambiente en los centros educativos ha cambiado. Tres semanas después del inicio escolar -sin jornada de huelga por primera vez en tres años-, hay más profesores en los centros y se respira un aire diferente, más relajado y de mayor motivación, según coinciden varios directores. Eso no quiere decir que no queden temas pendientes que esperan que se solucionen pronto -ratios, atención a la diversidad, estado de las infraestructuras...-, además de la sombra de la LOMCE. Algunos hablan de "sensación de provisionalidad", otros de "curso de transición".

Transición. Ésa es una de las palabras que utiliza por ejemplo Jaume Balaguer, director del instituto de Calvià, para referirse a este ejercicio académico. Insiste también en "la tranquilidad". Balaguer nota "más ganas de hacer cosas" y que el profesorado siente que se ha vuelto "al camino de la calidad educativa".

El final del curso pasado estuvo marcado por "la incertidumbre", con unas elecciones autonómicas de por medio y el desembarco de la ley Wert en los institutos, pero Balaguer considera que ha dado "mucho tranquilidad" a los centros las instrucciones emitidas desde el nuevo equipo de la Conselleria nada más llegar y "el ver que se están dando pasos de cambio" ante una ley "no consensuada".

Tras este curso ´de tregua´ para el Govern del Pacte -"que llegó en junio y se encontró casi todo cerrado ya"-, el director calvianer confía en que el próximo año Educación solucione problemas como el elevado número de alumnos por aula: "Se nota muchísimo en la enseñanza".

Bajar las ratios en cuanto se pueda es una de las peticiones que hacen casi todos los directores consultados. Miquel Àngel Pons, al frente del CEIP Vialfàs de Sa Pobla, señala que en su municipio son "extremadamente exageradas", con clases con más de 25 estudiantes en la mayoría de cursos e incluso aulas de Infantil con 27, 29 y hasta 31 alumnos per aula. Y la previsión no apunta a que el crecimiento se vaya a estancar con lo que "la masificación empieza a ser insoportable".

Pons ve con buenos ojos al nuevo equipo de Educación - "está formado por personas muy capacitadas"- y valora "medidas importantes", como el incremento de las plantillas de profesores e inspectores, la derogación del TIL y que se cubran las bajas de los docentes más rápido.

Aunque sabe que quedan "muchísimas cosas por arreglar", asegura que el ambiente de "crispación y enfrentamiento" ha desaparecido y percibe una "voluntad receptiva y de diálogo por parte de la Administración". Eso sí, lamenta que la implantación no consensuada y no progresiva de la LOMCE "complica el trabajo de los profesores y la adaptación de los alumnos al nuevo aprendizaje".

"Más ganas de hacer cosas"

"La gente está más positiva, con ganas de hacer cosas y tirar adelante", describe Myriam Fuentes, directora del IES Antoni Maura, "es más fácil encontrar gente que se quiera sumar a los proyectos". Todo está más calmado, pero también se nota que es "un momento transitorio" por la LOMCE, ya que si no gana el PP las elecciones la ley tiene la muerte asegurada, con lo que los procesos de planificación están un poco en el aire.

¿Deberes pendientes? Para Fuentes es muy importante reducir el número de horas lectivas del profesorado, que les quita tiempo para otras tareas "muy necesarias" como las tutorías individualizadas o la elaboración de materiales. La atención a la diversidad es otro tema que cree que necesita una pronta actuación, así como una inversión fuerte en el edificio y una mejor conectividad: "La conexión no basta en nuestro centro y hemos tenido que pagarla nosotros", asegura.

Pepe Cañabate, al frente del colegio Marian Aguiló de Palma, también ve muy necesario bajar las ratios pero asegura entender que el Govern nuevo llegó en verano y esto son cosas "que no se cambian de un día para otro". Aplaude el nuevo "talante" por parte de la Administración y celebra que en los centros hay más disponibilidad para empezar proyectos y centrarse en la pedagogía. Una de las cosas que les mantiene a la expectativa es la asignación de su nuevo inspector. Confía en que este cuerpo retome su papel de aliado por el éxito escolar.

Llorenç Llop también espera ese cambio de rol en Inspección, "que no estén tan pendientes de vigilar el cumplimiento de la normativa y más de ejercer asesoría". El director del IES Capdepera ha empezado el curso sin sentir "la conflictividad política", aunque sí "una gran provisionalidad", al estar conviviendo ahora mismo en los institutos "dos leyes y dos estructuras".

En su centro ya no faltan profesores -Llop celebra que la Conselleria, con la que ha mejorado de forma notable la comunicación, les ha dotado bien-, pero necesitan más recursos para atender al alumnado con necesidades así como un descenso de las ratios. Por otro lado, coincide con Fuentes en la necesidad de mejorar la infraestructura y la conectividad de los centros.

Más implicación y compromiso

En el colegio Jaume I de Palmanova no se ha incrementado el número de profesores ni les han enviado el segundo Auxiliar Técnico que solicitaban pero al menos se les ha atendido y se les ha explicado el porqué, según explica su director, Jesús Nieto, que valora mucho el encuentro que pudieron mantener con el conseller y su equipo: "Genera un grado de implicación y compromiso digno de agradecer". También aplaude que les hayan propuesto colaborar en la redacción de los nuevos currículums de la LOMCE así como en las pruebas de evaluación de 3º y 6º de Primaria.

Una de las reclamaciones que hace Nieto al nuevo equipo es que se revierta el recorte que sufrieron las partidas para gastos de funcionamiento de los centros durante la anterior legislatura. Aunque al menos la Administración sí está al día de los pagos -se llegaron a acumular hasta más de seis meses de impagos y hubo institutos que se quedaron literalmente en números rojos-, ese recorte no fue revertido: "Se aumentó un mínimo en 2015, pero estamos percibiendo cantidades inferiores a hace unos diez años y los gastos diarios son cuantiosos en un colegio de nuestras características".

No acaba ahí su lista de reivindicaciones, que incluye reactivar las reformas en los colegios que quedaron paralizadas por los recortes; darles autonomía para desarrollar su proyectos; devolverles las condiciones sociolaborales al persona docente y que se priorice el gasto en educación, recortando gastos en otras medidas "del todo innecesarias" como "el excesivo número de asesores".

El momento de cerrar un pacto

El director de este colegio de Calvià añade otra petición, otro deseo que anhela todo el sector educativo y que han repetido varios de los directores consultados para este página: lograr un consenso. Aprovechar ese nuevo aire de tranquilidad, confianza y mejor comunicación para cerrar un pacto que blinde la estabilidad del sistema: "Los constantes cambios de leyes y gestores dificultan poder analizar en profundidad qué está pasando con el sistema educativo balear y acometer reformas consensuadas que sean efectivas, sobre todo a nivel de fracaso y abandono escolar".

Una vez cerrado el gran acuerdo marco con los sindicatos, el conseller March quiere trabajar ahora no solo para lograr ese pacto, sino que aspira incluso a firmar una Ley de Educación. Los directores seguirán atentos todo el proceso.

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