El Govern destinará este curso 580.000 euros a los centros educativos del archipiélago para que hagan frente a las necesidades más urgentes de los alumnos pobres, como la falta de recursos para pagar el comedor o para participar en actividades extraescolares con sus compañeros.

La presidenta del Govern, Francina Armengol, presentó ayer esta iniciativa, denominada Fondo de Emergencia Social, en compañía de los consellers de Servicios Sociales, Fina Santiago, y Educación, Martí March.

Armengol subrayó que el programa responde a su compromiso de "buscar soluciones para las personas que tienen una situación de mayor necesidad", en particular los niños cuyas familias carecen de recursos para alimentarles bien. La presidenta recordó que ella como portavoz del PSIB en la pasada legislatura y la consellera de Servicios Sociales, coportavoz de Més, reiteraron en el Parlament cuando estaban en la oposición que trabajarían "para que a ningún niño en un colegio le falte una comida diaria" y ahora materializan esa promesa.

Santiago detalló que los directores de colegios e institutos dispondrán de forma autónoma de los fondos para hacer frente a necesidades urgentes como comida, material escolar básico, el pago de la "escola matinera" o la asistencia a actividades fuera del centro mientras estas necesidades no estén cubiertas por las ayudas regulares establecidas por las diferentes administraciones.

"Hemos podido sacar dinero" de partidas menos prioritarias para destinarlo a este programa, que financiarán a partes iguales Educación y Servicios Sociales, dijo la consellera, que aseguró que los fondos comenzarán a transferirse "directamente a los colegios desde el día 15 o 20 de octubre".

Santiago explicó que las ayudas, que se repartirán según el criterio argumentado de los equipos directivos, no sustituyen otras prestaciones sino que sirven para cubrir necesidades transitorias o extremas. En una carta que remitirá el Govern a todos los centros educativos se indica a los directores que los beneficiarios podrían ser "familias que se han quedado sin recursos y han tenido que sacar a su hijo del servicio de comedor, o una persona que ha perdido el trabajo y está pendiente de cobrar la prestación por paro; una familia que no utiliza el servicio de comedor porque no puede avanzar el dinero de la beca comedor o porque no puede comprar el material escolar".