Tanto el portavoz del Sindicato Médico Miguel Lázaro como Manel G. Beneyto, de CC OO, acusaron ayer a la presidenta Armengol, con sus declaraciones del martes, de elevar la crispación en las consultas y la conflictividad en la actividad asistencial al señalar al personal sanitario como unos privilegiados. "Parece que intenta fracturar a la sociedad", interpretó Beneyto.

Mientras tanto, ayer se produjo una tibia reacción por parte de los trabajadores de Son Llàzter en la asamblea celebrada para informarles de la suspensión de la carrera profesional y escuchar sus sugerencias sobre qué acciones se deben adoptar para intentar revertir esta decisión. "He percibido indignación, hartazgo y desánimo. No obstante, hay una unidad de acción sindical importante que se plasmará en la concentración del día 8 ante el Consolat", advirtió Miguel Lázaro, que no ahorró críticas para la presidenta Armengol por su declaraciones en el Parlament.

"Sufre el síndrome de Robin Hood aunque este no cobraba dietas y vivía en el bosque. Con su dieta de 22.000 euros hasta 55 familias podrían cobrar la renta social básica. Es evidente que la señora Armengol ha priorizado colocando a todo su clan por idoneidad genético-afectiva", lamentó.