Josep María Codony, director general de IB3, se ha atrincherado en la sede del ente público, situada en el Polígono de Son Bugadelles, en Santa Ponça. Pese a que todo el Pacto de izquierdas que comanda el Govern ha calificado de "desleal" y "deleznable" su intento de colar un director de la televisión sin avisarles, él piensa resistir: "No voy a dimitir, me debo al Parlament", aseveró ayer a este periódico.
En el entorno del Pacto de izquierdas están ejerciendo presión sobre Josep Maria Codony para que decida marcharse, ante la situación de crispación que ha creado en los últimos días por sus decisiones totalmente a espaldas del Govern. Estas presiones se están realizando mediante personas de peso en el sector audivisual de Balears para que le hagan ver que su marcha inmediata ayudaría a la tranquilidad en la radio y la televisión públicas durante este periodo de transición. Hay que tener en cuenta que Codony fue nombrado por el Parlament y, por consiguiente, el Govern no puede destituirlo.
En las últimas horas el Pacto se ha planteado la posibilidad de aprobar un decreto ley para destituir a toda la cúpula en IB3 nombrada por el PP de José Ramón Bauzá, tal y como propuso Alberto Jarabo (Podemos) desde los inicios. No obstante, les frena el hecho de que esta es la fórmula que utilizó el PP para colocar al entonces vicepresidente del Govern Antonio Gómez de máximo responsable de la televisión pública. Ni PSIB ni Més quieren verse en la misma tesitura de tener que nombrar a la consellera de Transparencia, Esperança Camps, de directora general de IB3, pese a que Camps es periodista y con larga experiencia audiovisual.
Esta situación está ayudando a que Codony se haya atrincherado en su despacho de Son Bugadelles. "Yo no me marcharé hasta que el Parlament me eche nombrando a un nuevo director general", reiteró ayer Codony. Un director general que mientras pasan los días se está dando cuenta de la equivocación que cometió intentando colar a un director de la televisión sin consultar al Govern. Fuentes del entorno de Codony, que desde hace años conocen bien al director general de IB3, también aseguran que se siente traicionado por el grupo de los que consideraba sus asesores y colaboradores. Es el caso de José María Castro, jefe de informativos; Carlos Hernández, responsable de deportes, y el propio gerente de IB3 y hombre vinculado al PP de Calvià, José Miguel Fabregat. También se habla de que Codony consulta con otro veterano de la comunicación en Balears, el periodista de temas sanitarios Joan Calafat.
Codony ya sabe que, si no hubiera decidido realizar nombramientos a espaldas del Pacto, no estaría cuestionado como está ahora. Cuando se le preguntó sobre si le habían pedido su dimisión, emitió un significativo silencio. Acto seguido afirmó: "Yo no hago declaraciones". El todavía director general de IB3 intentará aguantar en su puesto todo el tiempo que pueda, ya que le preocupa su futuro profesional.
No ha recibido la carta
Josep María Codony aseguró ayer a este periódico que todavía no ha recibido la dura carta que le envió el director general de Presupuestos en la que le acusa de vulnerar la ley al no solicitar informes preceptivos para nombrar un cargo de alta dirección. "Han pasado 24 horas y yo todavía no tengo la carta. Solo tengo noticias de ella por el Diario de Mallorca", indicó un visiblemente enojado Codony. Añadió que decidió "dar marcha atrás en el nombramiento por no perjudicar más a Toni Bauzá que es la principal víctima en toda esta historia".
Desde el Govern están especialmente enfadados con el proceder de Codony, ya que él adquirió un compromiso con la consellera Esperança Camps de consultar todos y cada uno de sus movimientos. De hecho, en las últimas semanas ya se han renovado algunos programas, como es el caso del magazín diario Cada Dia, que ha contado con el beneplácito de la conselleria de Transparencia. Camps le autorizó a mantener la parrilla de programas, siempre y cuando informara de forma puntual.
