Quince minutos de tiempo bastaron para que Fernando Areal, a quien su cuñado Jaime Matas nombró gerente del Partido Popular, negara ante el juez su condición de cobrador de comisiones del PP balear. El juez Castro le citó ayer a declarar, en un nuevo caso de corrupción, porque su nombre figura en la querella que ha presentado la fiscalía sobre los presuntos delitos cometidos en la tramitación del concurso de Son Espases. Aunque el nombre de Areal no figura en ningún documento relativo a esta tramitación, se sospecha que era la persona encargada de negociar el pago de comisiones con las empresas constructoras, situación que habría viciado la decisión sobre el concurso del hospital a favor de una u otra oferta.

La imputación de Areal en el caso Son Espases se fundamenta en estos momentos únicamente en la declaración que realizó el exgerente de urbanismo del Ayuntamiento de Palma, Javier Rodrigo de Santos, que se ha convertido en un colaborador de la investigación. De Santos señaló en su declaración que durante el periodo legislativo 2003 a 2007, con Jaume Matas en el poder político, el entonces gerente del Partido Popular se encargaba de solicitar una comisión del 3% por cada proyecto público que impulsaba el ejecutivo. También hacia lo mismo con los concursos que convocaba el Ayuntamiento de Palma u otras instituciones locales gobernadas por el PP. Una acusación que De Santos basaba en una conversación que había mantenido con una serie de empresarios del sector del ladrillo, que le confesaron estos pagos cuando él abandonó su cargo político.

Lógicamente, en la declaración de ayer el juez Castro fue directo en sus preguntas y le pidió a Fernando Areal si era cierto que su función en la gerencia del PP se incluía también exigir el pago de comisiones. El exejecutivo del partido negó estos cobros ilegales. Y también rechazó que durante el periodo de tramitación del concurso de Son Espases, la mayor obra pública convocada hasta el momento en Balears, su cuñado Jaime Matas o cualquier otra persona de la formación hubieran negociado con estas importantes constructoras el pago de comisiones a cambio del proyecto hospitalario.

Fernando Areal, que está imputado en varias de las causas de corrupción derivadas del caso Palma Arena, se quejó ante el juez que nunca le creyera. "Usted a mí nunca me cree. Me gustaría que alguna vez me creyera", le señaló al juez. Castro, además del tema de las comisiones, también le preguntó sobre un cuadro que un importante empresario le regaló a Matas, así como sobre unos fondos de inversión que gestionó a este constructor. Areal negó tener conocimientos de ambos temas.

Solo gestor, no cobrador

Aún así, Areal aclaró de nuevo al juez Castro que su función dentro del Partido Popular, durante la presidencia de su cuñado Jaime Matas, no era la de cobrador de comisiones, sino que únicamente se preocupaba por organizar y gestionar la contabilidad del partido. Y en este sentido insistió que personalmente no tuvo nada que ver, ni intervino en ningún momento, en la larga tramitación que se siguió para adjudicar la obra pública a una empresa encabezada por el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez. La declaración judicial de Areal fue muy breve, debido precisamente a que no se esperaba que en algún momento reconociese que había solicitado comisiones, aprovechándose de que su partido gestionaba los concursos públicos tramitados en las distintas administraciones. Ante su negativa a aceptar las acusaciones que pesaban sobre él, el juez dio por concluido el interrogatorio.

Fernando Areal acudió al juzgado acompañado por su abogado, que sustituyó a su primer defensor, Rafael Perera, que precisamente ayer volvió a acercarse al juzgado para saludar a quien fuera su cliente. El cuñado de Matas está pendiente de sentarse en breve en el banquillo de los acusados para afrontar su primer juicio. Se le acusa de un delito electoral, por el que el fiscal Pedro Horrach le reclama una condena de tres años de cárcel. En concreto, el fiscal Anticorrupción le acusa de haber entregado pagos en metálico, y por tanto en dinero negro, al publicista que organizó la campaña electoral que encabezaba Jaume Matas, en su intento de recuperar el poder político que había perdido en los anteriores comicios.

Aunque los investigadores son conscientes de que en estos momentos la imputación de Areal en el caso Son Espases se basa únicamente en la declaración de Rodrigo de Santos, se confía en que se puedan conseguir más pruebas para demostrar que la formación que encabezaba Jaume Matas se aprovechaba de los proyectos públicos para lograr dinero y financiar al partido.

Fernando Areal aparece imputado en varias de las piezas derivadas del caso Palma Arena, ninguna de ellas por un enriquecimiento personal, sino por los supuestos delitos económicos cometidos para favorecer, bien a su cuñado, o al Partido Popular.

Precisamente, con respecto al delito electoral sobre el que tendrá que defenderse en breve, será el único de los dirigentes del partido que se sentará en el banquillo de los acusados.