El 13 de septiembre de 2013 miles de profesores y padres se pusieron la camiseta verde para iniciar un curso que no sería normal. Era viernes. El lunes empezaba la huelga indefinida más larga del sector en Balears. ¿Por qué? Tras dos años de recortes continuados, llegó una chispa que lo prendió todo: el Tratamiento Integrado de Lenguas (TIL). De acompañamiento venían expedientes, una ley de Símbolos y un proyecto de normativa para 'controlar' la convivencia en los centros y una ley estatal en expansión, la LOMCE, que no gustaba a nadie.
Aquel día Xisco Sevilla y Masefa Fortuny se enfundaron la camiseta verde y se la pusieron a sus hijos Laura y Eduard -para el más pequeño, Xavi, no había talla- y se fueron al colegio, el Aina Moll. No volverían hasta tres semanas más tarde. Hicieron huelga. ¿Por qué? "Por todo", rememora Masefa, "por lo que pone la camiseta, porque creemos en una educación pública y de calidad". Xisco la secunda: "¿Quién no defendería eso?".
Ayer fue 11 de septiembre de 2015. Han pasado dos cursos, tres conselleres de Educación, muchas sentencias y unas elecciones autonómicas. El TIL, los expedientes y las normativas de lazos y restricciones han desaparecido, pero no todos los recortes han sido revertidos, la LOMCE avanza como una locomotora difícil de detener y la convocatoria de huelga sigue ahí. Xisco y Masefa ayer ya no se pusieron la camiseta verde y ven el panorama más calmado, pero aún hay aspectos que les preocupan, como la ley Wert que este año afectará a sus tres hijos.
Ella lamenta que las áreas artísticas pierdan peso -"en los países con mejores resultados les dan mucha importancia", recuerda- y que Religión cuente como una asignatura evaluable. También le preocupa el tema de las pruebas de evaluación en 3º y 6º de Primaria, aunque de momento no le toca a ninguno de sus hijos. Xisco añade otro punto que le inquieta: "La voz de los padres cuenta cada vez menos".
Pese a este telón de fondo, el panorama ha mejorado respecto a los anteriores cursos, en los que han vivido en primera persona los recortes y la falta de consenso. "Ha habido problemas con las sustituciones de profesores, todo se ha ido degradando", apunta ella, que recuerda el caso de un niño con discapacidad que finalmente se tuvo que ir del colegio debido a los recortes en personal de atención a la diversidad: "No estaba bien atendido". Él agrega: "La asociación de padres ha tenido que adelantar dinero para pagar mejoras en el edificio, algo muy rídiculo".
Aunque no solo protestaban por el TIL, éste también les afectó: "Hicieron una chapuza, como no había profesores suficientes para dar asignaturas en inglés por el TIL les redujeron las horas de clase de Inglés", recuerda Masefa. De este proyecto del PP, rechazaron cómo se hizo y cómo se planteó: "Cualquier padre quiere trilingüismo para sus hijos, pero el TIL fue una chapuza impuesta por decreto, cuando la educación se ha de consensuar entre todos".
La manera de hacer las cosas del anterior equipo de Educación fue lo que les impulsó a hacer huelga las tres semanas que duró, a pesar del gran esfuerzo personal que les supuso a nivel de organización.De esos días, se quedan con el momento de comunión que se llegó a alcanzar entre familias y profesores, aunque también precisan que según se alargaba la huelga aparecieron algunas tensiones y que ahora ese sentimiento de unión se ha diluido un poco.
Masefa es comadrona y una firme defensora del sistema público, tanto en sanidad como en educación: "Si tienes a la población sana y bien formada ya tienes medio camino hecho, son los dos pilares de calidad de una sociedad". Y así como en la sanidad pública considera que la situación está mejor y se escucha a los expertos, en educación todo cambia según las voluntades políticas: "Deberían dejar de lado la cuestión política, escuchar a los profesores y ponerse de acuerdo", apunta. Creen que el sistema español aún tiene mucho que mejorar y kamentan que aunque en Balears hay centros y profesoresque impulsan iniciativas de éxito "no es una cosa generalizada".
Abogan por el consenso, pero también son conscientes de que es complicado. Ellos por ejemplo quitarían peso a los libros de texto y a los deberes y no restringirían tanto la enseñanza a los contenidos currículares, pero saben que hay otras familias que sí les gusta ese método de enseñanza: "Es complicado", admiten, pero creen que el esfuerzo vale la pena ya que la falta de acuerdos "la pagan los niños".
Ayer empezó el 'cole' y esta familia ya no fue con la camiseta verde, pero eso no significa que no quede aún mucho camino por hacer.
