Fin de semana de agobios en el aeropuerto de Palma. Después de que el viernes las trombas de agua obligasen a desviar vuelos y anegasen las zonas de embarque y los aparcamientos de vehículos de la terminal de Son Sant Joan, ayer los retrasos afectaron a la mitad de los vuelos que aterrizaron o despegaron en el aeropuerto mallorquín, que vivió la jornada más complicada del verano.

Los datos hablan solos: a media tarde ya habían sufrido retrasos superiores a la media hora más de 250 operaciones. La mayoría de las demoras rondaban la hora, pero algunos vuelos con Alemania y las islas británicas llegaron a su destino con más de tres horas de retraso, tras haber sufrido el colapso mallorquín en el despegue.

Los mayores problemas fueron de hecho con los vuelos de salida, en un fin de semana que marcaba la conclusión del verano para las familias alemanas, con la vuelta al colegio de los niños. Llegarán cansados después de un regreso agitado. Sirve de ejemplo el caso de un avión de Air Berlin que tenía que salir hacia Hannover a las 8.00 horas y no lo hizo hasta las 11.00. También hubo problemas con los interislas, que llegaron a sufrir demoras de una hora (para un vuelo que dura luego veinte minutos).

La actividad en aeropuerto desciende a partir de hoy.