Francina Armengol vuelve a Mallorca de vacío tras su reunión de esta mañana con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

La presidenta del Govern quería un compromiso del ejecutivo de Rajoy para mejorar la situación financiera de Baleares, pero el presidente del Gobierno no ha cedido a sus pretensiones.

Rajoy no ha aceptado flexibilizar el techo de déficit de Baleares, fijado ahora en el 0,3% y que el Govern ya ha advertido que deberá incumplir.

El jefe del ejecutivo sí que ha aceptado crear comisiones bilaterales para tratar la mejora de la financiación de Baleares, aunque sin adquirir ningún compromiso firme.

Rajoy se ha comprometido si que se ha comprometido a convocar de forma inmediata la comisión bilateral de financiación para reactivar los proyectos de infraestructuras pendientes e impulsar el Régimen Especial de Baleares (REB)

En una rueda de prensa posterior en Moncloa, Armengol ha destacado el compromiso de que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, convoque, después de cuatro años sin hacerlo, la comisión entre el Estado y Baleares para hablar de las cuestiones pendientes de financiación.

Rajoy ha visto con buenos ojos la posibilidad de prorrogar cuatro años el actual concierto de inversiones estatutarias para poder ejecutar los proyectos que estaban pendientes y estudiar nuevas infraestructuras.

También en la comisión, la intención es hablar del REB, el mecanismo con el que se compensa la insularidad de Baleares, y cuya ley de renovación está aparcada en el Congreso desde mayo.

Armengol ha expresado a Rajoy su rechazo a que todas las comunidades sin distinción tengan que cumplir el objetivo del 0,3 por ciento de déficit en sus cuentas para 2016, queja que comparte el PP balear.

Según la presidenta, es "injusto" puesto que obligaría a prolongar los recortes en sanidad y educación, a lo que ella se opone.

Armengol ha incidido en que Baleares precisa una mejor financiación porque aunque se piense que es una región "rica", es la que "más aporta y menos recibe".

Ha reconocido que a poco tiempo de las elecciones generales, parece difícil que se pacte un nuevo modelo, pero ha confiado en que en 2016 se pueda lograr al ver "buena voluntad política" para ello.

Otra de las demandas planteadas por Armengol ha sido la del coste que supone para la región sufragar los fármacos contra la hepatitis C, cifrado en unos 35 millones de euros anuales.

Después de que el Gobierno central anunciara en su día que diseñaría un plan para financiar estos medicamentos, Rajoy ha comunicado que estudiará que el Estado pague parte del montante.

Además de paralizar la aplicación del calendario de la nueva ley educativa (Lomce), Armengol ha reclamado a Rajoy una moratoria en las prospecciones petrolíferas que hay en marcha en el archipiélago porque su continuidad "mataría" su economía por el daño social y medioambiental que provocan.

En estos dos ámbitos, no ha habido ningún compromiso por parte de Moncloa.

Pese a estas discrepancias, la presidenta balear ha dicho sentirse "alegre" por haber conseguido abrir "un espacio de diálogo y normalidad" con Moncloa y de que las demandas trasladadas "hayan tenido respuesta" por parte del jefe del Gobierno.

Ha aprovechado la cita para ofrecer a Rajoy la voluntad de Baleares de "hacer todo lo posible" en la acogida de refugiados que están llegando a Europa.

"España tiene que ser generosa y Baleares se ofrece", ha dicho Armengol, quien también ha garantizado que se seguirá prestando atención sanitaria a los inmigrantes al margen de lo que haga el Gobierno central.

Armengol ha valorado que Rajoy le haya tratado con "muchísimo respeto e interés" a la hora de conocer los problemas de los ciudadanos de Baleares, "sin cuestionar para nada" el pacto de legislatura que los socialistas entablaron con MÉS, socio de gobierno, y Podemos.

La cita con Armengol es la primera de la ronda de contactos que Rajoy va a mantener con los presidentes autonómicos tras los comicios de mayo.