Familiares, amigos, autoridades y ciudadanos que le profesaban admiración dieron ayer su último adiós en la Catedral a Climent Garau, expresidente de la Obra Cultural Balear, fundador del Grup Blanquerna y farmacéutico, fallecido en la madrugada del sábado en Bunyola a la edad de 90 años. Asistieron al multitudinario funeral que llenó la Seu, entre muchas otras personalidades, la presidenta del Govern, Francina Armengol; el president del Consell de Mallorca, Miquel Ensenyat; el vicepresidente, Biel Barceló, y el presidente de la Obra Cultural Balear, Jaume Mateu. El funeral fue oficiado por Josep Amengual, rector del monasterio de La Real, que glosó la figura de Garau durante la homilía como un hombre que "dignificó" Mallorca.

Personaje esencial en la isla por su activismo en defensa de la cultura y en la articulación del discurso nacionalista, el fallecimiento de Garau ha generado una oleada de reacciones de personajes de todos los ámbitos que tuvieron la oportunidad de conocerle o que simplemente le admiraban por su dedicación y activismo, que destacaron de él su firme compromiso con la lengua y la cultura, el gran impulso que consiguió darle a la Obra Cultural Balear, su intensa labor al frente del Grup Blanquerna e incluso su trabajo como farmacéutico, en el que destacó como el fundador a principios de la década de los sesenta del primer laboratorio de análisis clínicos. Además, Climent Garau fue reconocido en vida con la Creu de Sant Jordi y el premio Ramon Llull.