El juez José Castro investigará, en otra fase del caso Son Espases, los pelotazos urbanísticos que se produjeron entre 2002 y 2003 en torno a la finca que, tiempo después, fue adquirida para ubicar el hospital público de referencia de Balears. Existe un testigo que acusa al entonces ministro de Medio Ambiente Jaume Matas de filtrar a un grupo de empresarios y políticos mallorquines el nombre de Son Espases como lugar para levantar al hospital.

Castro empezará hoy, con el interrogatorio de la exconsellera de Salut Aina Castillo y el exdirector general del Ibsalut Sergio Bertrán. A mediados de mes declararán otros imputados, entre ellos Jaume Matas y el empresario Juan Miguel Villar Mir, a favor del cual se habría amañado en 2006 una primera adjudicación del hospital, y numerosos testigos.

Pero éstas no van a ser las únicas pesquisas del caso Son Espases: el instructor piensa esclarecer si se produjo un segundo amaño del concurso en favor de Florentino Pérez, uno de los máximos accionistas de la constructora Dragados, y si otros constructores de menor importancia aprovecharon la información de Matas para hacer negocios millonarios comprando fincas rústicas en la periferia del futuro hospital.

Un testigo, Antoni Nicolau, confirmó ante la fiscalía anticorrupción la información divulgada por Diario de Mallorca sobre una cena en Madrid, donde el entonces ministro de Medio Ambiente Jaume Matas soltó a los comensales que si el PP ganaba las eleciones autonómicas de mayo del 2003 iba a construir el nuevo hospital de Son Dureta en Son Espases.

Información privilegiada

Según las pesquisas efectuadas por la comisión parlamentaria de Son Espases, la cena tuvo lugar el 22 de abril del 2002 y desde entonces se produjeron una serie de adquisiciones (u opciones de compra) especulativas en los alrededores de Son Espases.

El objetivo de los empresarios (algunos de los cuales no asistieron a la cena) fue el de hacerse con fincas rústicas que podrían acabar recalificadas como urbanas debidos al influjo del hospital público.

La filtración podría ser constitutiva de un delito de revelación de secretos oficiales por parte de Matas y de uso de información privilegiada por parte de los empresarios.

Algunos de los constructores sospechosos de dar pelotazos explicaron a la comisión parlamentaria que compraron fincas en aquella área porque era un lugar donde probablemente iba a producirse un crecimiento urbano de Palma.

Sin embargo, en la comisión parlamentaria se destacó que ninguno de los inversores se interesó por Son Espases, que estaba a la venta. Sabían que la Administración iba a comprar aquel predio para el hospital y solo les interesaban las fincas colindantes, concluyó la comisión del Parlament.

Antoni Nicolau facilitó a la fiscalía un listado de los asistentes a aquella cena, que podrían ser citados a declarar como testigos o imputados, estos últimos si es que acabaron comprando terrenos por aquella zona próxima al monasterio de es Secar de la Real.

La fiscalía anticorrupción incluye la cena de Madrid en su querella del caso Son Espases, aunque fecha el encuentro el 10 de abril del 2002.

La fiscalía afirma que todas las fincas lindantes con Son Espases fueron compradas por grandes constructoras de Palma antes de que el Ayuntamiento de esa ciudada adquiriese los terrenos para el hospital del Ibsalut.

Anticorrupción menciona a dos empresarios y también nombra a otros tres políticos mallorquines (uno ya fallecido) como comensales.