El Obispado de Mallorca reclama sendas penas de cuatro años de cárcel para seis jóvenes (cuatro chicas y dos chicos) que interrumpieron una misa en la iglesia de Sant Miquel de Palma para protestar contra la reforma de la Ley del Aborto. La acusación particular y la fiscalía imputan a los encausados un delito contra la libertad de conciencia y los sentimientos religiosos, pero el ministerio público solicita condenas de un año y seis meses de privación de libertad.

El juzgado de instrucción 5 de Palma ha abierto juicio oral contra los acusados, vinculados a los colectivos Feministas Encausades y Alerta Solidària. La defensa de los jóvenes, ejercida por el abogado Josep de Luis, solicitará la libre absolución.

Los hechos ocurrieron al mediodía del 9 de febrero del 2014, cuando la misa en la iglesia de Sant Miquel fue interrumpida de manera abrupta por la entrada en el templo de unos 30 manifestantes. Los jóvenes portaban una pancarta con el lema "fora rosaris del nostres ovaris" y se pasearon por la el templo lanzando consignas en favor del aborto libre y gratuito. El grupo se dirigió hacia el altar, donde el jesuita Norberto Alcover celebraba la eucaristía. Algunos feligreses intervinieron con rapidez y expulsaron a los manifestantes de la iglesia, sin que se produjeran otros incidentes.

La Policía inició las pesquisas y al cabo de unos días identificó a seis jóvenes y un menor de edad como participantes en la protesta. El menor ya ha sido condenado a medidas correctivas por este caso.

Retirada de la acusación

Fuentes del obispado señalaron ayer que su intención no es que nadie vaya a la cárcel por estos hechos, más al contrario se muestran dispuestos a retirar la acusación si los acusados admiten que obraron mal al interrumpir la misa. "En su día se denunció el caso por el miedo a que se produjeran otros alborotos en misas como habían anunciado algunos colectivos, pero luego se quedó en un hecho aislado".

El delito por el que la Audiencia juzgará a los manifestantes está tipificado en el artículo 523 del Código Penal. La acusación particular, ejercida por Miquel Arbona, podía haber pedido entre 6 meses y 6 años de cárcel para los acusados. El delito lo comete "el que con violencia, amenaza, tumulto o vías de hecho, impidiere, interrumpiere o perturbare los actos, funciones, ceremonias o manifestaciones de las confesiones religiosas" ya sea en un lugar de culto o fuera de él.