Quiso la actualidad que ayer chocasen hechos y declaraciones. Las declaraciones, de la presidente de la patronal hotelera, Inmaculada Benito, que por la mañana insistía en que "no es el momento de instaurar un nuevo impuesto", en referencia a la ecotasa que está cocinando el Govern de izquierdas. ¿No lo es? ¿Tan mal va el negocio? Los hechos: según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística hechos públicos también en la mañana de ayer, los hoteles de Balears son los que más llenos están, los que más cobran a sus clientes, los que más han subido los precios en el último año y los más rentables por habitación.

Ganan más que nunca, pero no se sienten en disposición de aplicar el impuesto que ya cobran la mayoría de destinos turísticos competidores. Tampoco a ellos les va mal. Cataluña, por ejemplo, que tiene en marcha hace más de un año la ecotasa que ahora planea Balears, aumentó sus precios este verano casi un 9%, siete euros de subida por noche y habitación de los que apenas dos tienen que ver con el impuesto. Y los catalanes mejoran la ocupación.

Aunque les queda mucho para alcanzar a Balears y sus destinos de sol y playa, imbatibles por quinto verano consecutivo. Lo demuestra otro hecho: entre los diez puntos turísticos de España con mayor ocupación hotelera en el mes de julio hay ocho de Balears. Y cinco están en Mallorca: Llucmajor (líder nacional, con su Arenal y su Platja de Palma), Muro, Alcúdia, Santa Margalida y Son Servera destacan entre los mejores. En el top 10 apenas se cuelan dos destinos foráneos, uno de Canarias y Benidorm. Ahí es nada.

Los datos hablan de éxito hotelero sin paliativos. Esta vez no hay opción a la queja. Con los apartamentos turísticos en la cresta de la ola, los hoteles se llenan en temporada alta más que en ningún lado. El 89% de ocupación media balear, que asciende al 90% en Mallorca, está veinte puntos por encima de la media española. Aunque llenar no lo es todo. Los hoteles podrían estar a rebosar y no ser rentables. Pero en Balears no es el caso: las islas se marcan el lujo de venderlo todo pese a cobrar de media un 17% más que el resto del Estado, según el índice de precios del Instituto Nacional de Estadística. O traducido a euros: 101 euros de media por habitación y día de julio, cuando en el segundo destino más exitoso, Canarias, cobran 85 euros.

Ese llenazo con tarifa máxima se traduce en rentabilidad. También en eso los hoteles de Balears son líderes. Ingresan de media por habitación disponible y día 89 euros, 17 por encima de la media española, y un 25% más que Canarias, Cataluña o Andalucía, por citar al resto de potencias del turismo nacional. La comunidad valenciana, por su parte, ni cobrando un 20% menos se acerca a las cifras de ocupación mallorquina.

¿Son entonces tan sensibles al precio los turistas como para temer los efectos demoníacos que auguran los hoteleros a la ecotasa? Pues no lo parece. Y si lo son, desde luego no lo demuestran en Balears. Hablan los datos: ninguna comunidad subió tanto sus tarifas diarias el último año (de 89 a 101 euros de media) y ni un solo destino cobra más, y aún así los hoteles de las islas son los más ocupados. ¿Es de temer pues la ecotasa de hasta dos euros que prepara el Govern? Nuevamente lo mismo: no lo parece. Dos euros de subida son una broma al lado de los doce que los hoteleros han incrementado de media por habitación el precio de la noche de hotel en Balears. También es cierto que para hacerlo muchos de ellos se han pasado los últimos cinco años invirtiendo en obras para mejorar las instalaciones y elevar su categoría. Y la apuesta se ha revelado ganadora. Lo certifica el propio INE: los hoteles de cuatro estrellas son ya los que mejores cifras de ocupación tienen y los de cinco se acercan poco a poco a la demanda de la oferta hotelera más popular. El negocio hotelero sigue siendo la gallina de los huevos de oro. Con ecotasa y sin ella.