El ministro Méndez de Vigo desoyó las peticiones de la mayoría de comunidades autónomas en la Conferencia Sectorial y el calendario de aplicación de la LOMCE se queda como está. La única novedad anunciada el jueves es la disposición del Gobierno a negociar con más tiempo el decreto que regula las reválidas de ESO y Bachillerato. No planteó suspenderlas: solo dejar más tiempo para negociar su aplicación, algo que representantes del sector educativo balear han tachado de gesto de cara a la galería.

Es un anuncio de algo “que no afecta ni siquiera al curso que viene”, recordó Vicente Rodrigo, presidente de la Federación de Asociaciones de Padres FAPA: “Es un gesto que no soluciona nada a corto plazo, un anuncio de algo que en realidad no le cuesta nada prometer”.

Llorenç Pol, director de Secundaria y miembro de la junta directiva de la Asociación de Directores de Secundaria ADESMA, señaló que efectivamente estas reválidas son uno de los temas que les preocupan como directores ya que ellos defienden un sistema de evaluación diferente; una evaluación sistemática y global que sí tenga en cuenta el contexto de cada centro. Pero aunque este aspecto les inquiete, indicó Pol, para los directores el problema es “la ley en sí” ya que creen que es “nefasta”. Sostiene que el anuncio es “un gesto, un parche” y algo “totalmente irrelevante” ante el tiempo que queda antes de que se tengan que aplicar. “Y eso si llegan a hacerse”, añadió Pol.

Medida a largo plazo

Y es que estas evaluaciones externas no se aplicarían hasta finales del curso 2016-2017. Y para entonces, si ha habido cambios en la Moncloa tras las elecciones generales, la LOMCE puede haber sido ya derogada (todos los partidos en la oposición han acordado derogarla si llegan al poder).

Sobre las pruebas de Primaria, que ya han comenzado a hacerse en 3º de Primaria y el próximo curso se harían también en 6º, el ministro no ha anunciado ningún cambio ni posible debate. Así lo denunció Iñaki Aicart, portavoz de la Assemblea de Docents, que calificó el anuncio del ministro de “totalmente insuficiente”. Asimismo, el portavoz aseguró echar de menos más contundencia y más actividad normativa por parte de la conselleria de Educación para frenar los efectos de la ley orgánica: “Las medidas adoptadas aquí también han sido insuficientes, se han relajado mucho”, lamentó.

“Vende la moto del diálogo”

Desde el sindicato STEI-i, Biel Caldentey consideró la propuesta de Méndez de Vigo era “teatro” ya que para el curso que empieza dentro de un mes “no se flexibiliza absolutamente nada” respecto a la aplicación de la ley orgánica. La medida “no le cuesta nada”, indicó el sindicalista, “y el ministro vende así la moto del diálogo”.

Respecto a la actuación de la Conselleria, Caldentey consideró que se veía claro que el frente común de las comunidades autonómas contrarias a la LOMCE y su declaración “tenían poco recorrido”.

Desde la concertada, Marc González, asesor de la patronal Escola Catòlica, consideró que el anuncio del ministro “no es una gran novedad sino un mínimo gesto de cara a las elecciones que en realidad no sirve para nada”. Señaló que para la patronal lo más grave es que la reforma se haya hecho sin “ningún consenso”, que los centros hayan tenido que reorganizar todo y que cuando haya otro cambio político y se plantee una nueva reforma les toque modificarlo todo otra vez. El abogado defendió por ello la necesidad de alcanzar un acuerdo educativo.