El Consell de Govern acordó ayer instar al ministerio de Medio Ambiente a ampliar el Parque Nacional Marítimo-Terrestre de Cabrera para que pase, como mínimo, a doblar su superficie actual y delimitarlo en unas 20.000 hectáreas, aunque el conseller de Medio Ambiente, Vicenç Vidal, que compareció tras la reunión semanal para explicar el acuerdo, confió en que finalmente la superficie protegida alcance las 90.000 hectáreas de superficie.

No obstante, el titular de Medio Ambiente se esforzó en dejar bien claro que será el Patronato responsable de la gestión del parque el encargado de definir, tras alcabar un consenso con todos los sectores afectados, los límites de la ampliación del parque que en la actualidad mide 10.021 hectáreas.

Preguntado sobre cómo van a garantizar la vigilancia y protección de este espacio si es ampliado, Vidal aludió vagamente a aplicar mecanismos de vigilancia novedosos entre los que citó los radares y las llamadas "cajas azules" de los barcos de pesca. "Los mecanismos tecnológicos permiten garantizar que incluso si la ampliación llegara a las 90.000 hectáreas podríamos controlarla y vigilarla. Sería absurdo plantear una ampliación de esta magnitud si no fuéramos capaces tecnológicamente y con medios humanos de hacer esta vigilancia", dijo.