José Ramón Bauzá y Antonio Gómez recibirán a partitr de hoy una carta de la dirección general de Nuevas Tecnologías del Govern. En la misiva "se insta" al expresident y al exvicepresident a "que devuelvan" los móviles de alta gama que recibieron en el Consolat en fechas próximas a la pérdida del poder. Tras arduas pesquisas, el actual Ejecutivo no ha podido localizar los aparatos ni constatar su entrega, por lo que procede a la reclamación a sus usuarios. También se solicita el cargador y el reseteado de las terminales.

Hasta 25 altos cargos del anterior Govern del PP recibirán la carta en que se les exige la devolución de 27 teléfonos. Su comportamiento contrasta con otros gobernantes conservadores también cesados hace un mes, y que retornaron escrupulosamente sus móviles de última generación. La mayoría de las terminales pertenecen a la serie iPhone de Apple, con un valor medio de 600 euros. Se estima que el coste total de los aparatos reclamados por el departamento de Nuevas Tecnologías de vicepresidencia asciende a 14.800 euros.

Además de Bauzá y Gómez, otros altos cargos de su círculo íntimo figuran en la lista de móviles no retornados. El expresident se dejó cautivar por el Rolls Royce de los teléfonos inteligentes, el iPhone 6 de memoria descomunal que Apple lanzó el pasado septiembre, y que supone el último fenómeno de mercadotecnia de la empresa hasta la fecha. El aparato presidencial fue entregado el pasado marzo, a solo dos meses de las elecciones. El coste de 900 euros aporta una nueva contradicción a la política de austeridad que el hoy senador plasmó incluso en un Código Ético.

El Govern no se ha interesado por recuperar las terminales más antiguas, carentes de valor de uso. Se ha establecido como frontera la recuperación de las terminales expedidas en el último año. Bauzá no es el único alto cargo que adquirió su iPhone poco antes de las elecciones. Esta circunstancia se reproduce en miembros destacados de su equipo. Hubo teléfonos de alta gama que fueron recibidos por dirigentes del PP en pleno mes de junio, cuando tanto la derrota electoral como el desalojo del Consolat eran un hecho. Pese a ello, no se tiene constancia de la devolución del costoso aparato, que a lo sumo fue utilizado durante un par de semanas.

En anteriores mudanzas electorales, se interpretó con notoria laxitud la normativa de devolución de aparatos electrónicos de propiedad pública. El incremento del precio, y la casualidad de que se adquirieran en fecha próxima o posterior a las elecciones, han activado las reclamaciones a los cesantes. El propietario de un iPhone puede bloquearlo a distancia. Dispone además de una clave para localizar su ubicación exacta en cada momento.